Más de 70.000 manifestantes fueron dispensados con gases lacrimógenos por las fuerzas de seguridad cuando intentaban llegar a la ciudad de Homs, en el centro de Siria, para protestar contra el régimen. Según informó el Observatorio sirio de Derechos Humanos, las manifestaciones llegaron desde varios barrios de la ciudad como Al Jalediya, Baba Amro o Al Maidan hasta confluir en el centro.

El mismo día en que una misión de observadores de la Liga Árabe visitó la ciudad, los opositores de los Comités de Coordinación Local indicaron que siete personas murieron en Homs, mientras que en todo el país la cifra se elevó a 25 fallecidos.

La delegación de observadores que llegó este lunes a Siria se limitó a visitar Homs, uno de los bastiones de la oposición más castigados por las fuerzas del régimen sirio, en las condiciones fijadas por el protocolo que Siria firmó el pasado día 19, lo que implica la coordinación con las autoridades del país.

El jefe de Operaciones de la misión, Adnan Isa al Jodeir, dijo en rueda de prensa en El Cairo que los observadores empezaron este martes su labor en Homs, donde se entrevistaron con el gobernador de la provincia. El grupo enviado por la Liga Árabe a Siria está compuesto entre doce y quince expertos, encabezados por el general sudanés Mohamed Ahmad Mustafa Dabi, jefe de la misión, que deberá enviar informes periódicos sobre su trabajo.

Los observadores tienen la labor de verificar si las autoridades sirias cumplen con los puntos de la iniciativa propuesta por la Liga Árabe para dar una salida a la crisis como el fin de la violencia, entre otros.

El portavoz de los Comités, Emad Hosary, manifestó su descontento por la actuación de los observadores y subrayó que éstos se niegan a entrar en los barrios más afectados, tal y como les piden los habitantes, debido a que las autoridades les han disuadido de hacerlo por los riesgos que esto representa para su seguridad.

"Si continúan trabajando así, la Liga Árabe emitirá informes a favor del régimen; si es incapaz de proteger a los civiles pedimos que se remita la cuestión al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas", apuntó Hosary.

Precisamente, un vídeo difundido por el Observatorio sirio de Derechos Humanos muestra a algunos habitantes de Homs solicitando a los observadores que visiten barrios como Al Jalediya y explicando que las víctimas están desarmadas frente a los disparos de los francotiradores.

Otro activista Sherin Qabani precisó que hubo bombardeos en los barrios de Al Inshaat y de Bab Amro, donde los carros de combate del Ejército desplegados en estos distritos "se han escondido" ante la visita de los observadores.

En ese sentido, el también opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos agregó que uno de sus activistas vio que once carros de combate desplegados en Bab Amro se retiraban de ese barrio en "una farsa" para ocultarse en el interior de varios edificios gubernamentales cercanos.

En el resto del país, cuatro personas perdieron la vida en la provincia de Deraa (sur), cuatro en los alrededores de la capital, tres en la Universidad de Damasco, tres en Hama (centro), dos en Dir Zur (este), una en Idleb (norte) y otra en Latakia (norte), según el último recuento de los Comités. Mientras, en la ciudad de Hama, las fuerzas de seguridad reprimieron una manifestación contra el régimen y en solidaridad con Homs.

En la localidad de Ain Baida, cerca de la frontera con Turquía, los Comités señalaron que una persona murió y otras resultaron heridas por disparos de las fuerzas de seguridad. La agencia oficial de noticias Sana explicó que en esta última localidad las autoridades se enfrentaron a supuestos terroristas armados que intentaban facilitar la infiltración de otro grupo desde Turquía.

Estas informaciones no han podido ser comprobadas de forma independiente por las restricciones impuestas por las autoridades sirias a los periodistas para trabajar. Desde que comenzaron las protestas a mediados de marzo pasado, más de 5.000 personas han fallecido por la represión gubernamental en Siria, según la ONU.