El portavoz adjunto del grupo parlamentario de EUPV en las Corts, Ignacio Blanco, ha destacado que el informe de fiscalización de la Generalitat de la Sindicatura de Cuentas para el ejercicio 2010 señala que el precio de colocación de las lamas del Ágora ascienden a 3,2 millones y advierte de los sobrecostes para la obra que pueden ocasionar su "deterioro".

Blanco, en un comunicado, ha acusado así a la portavoz del Consell, Lola Johnson, "ha mentido descaradamente" sobre el complejo de la Ciutat de les Arts porque la colocación de las piezas del Ágora vale más de tres millones de euros pero el Consell ha permitido que estén tiradas en un descampado semiabandonadas y sin vigilancia", ha añadido Blanco, para quien "la cultura del despilfarro tan arraigada en el Consell ha creado situaciones insólitas como ésta".

Además, el diputado se ha preguntado "cuánto representará el deterioro de las piezas, reconocido por el propio Santiago Calatrava y por el Departamento de Mantenimiento y Proyectos de CACSA, según consta en el informe de la Sindicatura". Así, "se repite el círculo vicioso de sobrecostes y enriquecimiento del arquitecto que factura en Suiza", ha agregado.

Por otro lado, ha pedido explicaciones al Consell sobre el "retraso histórico" en la finalización de las obras del Ágora, que según la Sindicatura deberían haber acabado con fecha de 24 de julio del 2010. "Un año y medio después, el edificio continúa inconcluso y llaman la atención las versiones contradictorias que ofrecen la consellera Lola Johnson y la empresa pública, según el informe de la Sindicatura".

Para el portavoz adjunto de EUPV, "resulta patético que, mientras la consellera ha respondido reiteradamente a las preguntas de Esquerra Unida que los eventos celebrados en el Ágora son perfectamente compatibles con la culminación de las obras, CACSA argumenta al Síndic que el retraso de las mismas es originado precisamente por la realización de esos eventos".

Blanco pide que "se aclaren de una vez y dejen de engañar a la ciudadanía sobre una obra megalómana de dudosa utilidad que antes de estar acabada ya nos ha costado más de 80 millones de euros".