La edición número 64 del Mercado de Santo Tomás de Bilbao que se celebra este miércoles cuenta con 294 puestos, distribuidos en 151 productores, seis más que el año pasado, instalados en su mayoría en el espacio del Arenal y en la Plaza Nueva de la capital vizcaína. Como novedad, en esta edición la entrega de premios se traslada al día 26 de septiembre, con el objetivo de "crear una fiesta de los propios productores, desligada del propio Día de Santo Tomás", establecida el día 21.

La cita ha dado comienzo de manera oficial con un acto celebrado a las diez de la mañana y, por primera vez, en el acceso a la Plaza Nueva desde la calle Correo, al que han acudido el alcalde de la Villa, Iñaki Azkuna, el diputado general de Bizkaia, José Luis Bilbao, así como el presidente de la BBK, Mario Fernández.

A esa misma hora, la caja vizcaína ha abierto las puertas del servicio gratuito de guardería, habilitado para que padres y madres puedan realizar sus compras de una forma "más cómoda". La guardería tiene capacidad para un total de 350 servicios, en horario de 10.00 a 18.00 horas, con un permanencia máxima de dos horas por niño.

Otra de las novedades del Mercado de Santo Tomás afecta a la entrega de premios a quienes destaquen tanto el mismo día del Santo como en el conjunto de muestras que se realizan durante todo el año en diferentes mercados de Bizkaia. Así, el acto de entrega, que se desarrollará en la sala BBK, se traslada al día 26, con la intención de que los productores puedan atender a los clientes sin interrupciones durante el día 21, Santo Tomás, y para ofrecer un reconocimiento "a los propios baserritarras".

Entre los expositores, se pueden encontrar animales vivos (2), hortalizas (29), pan y pastel vasco (17), quesos (23), plantas y flores (4), frutas (3), miel (8), chacinas (20), conservas (11), txakoli-sidra (21), txoznas (7), productos ecológicos (13), comercio justo (5) y lácteos (1).

Al igual que en ediciones anteriores, y con el objetivo de fomentar un desarrollo humano y medioambiental equitativo y sostenible, los productores agrícolas de Bizkaia comparten su espacio con diversas ONG que trabajan por el comercio justo. Además, una txozna de este colectivo pone a la venta productos que garantizan una retribución justa a los productores de países en vías de desarrollo, y con respeto al medio ambiente.