Los últimos soldados de EE UU dejan Irak, en un momento de grave crisis política en el país

Soldados estadounidenses se preparan para salir de la base Camp Adder, ahora conocida como base Imán Alí en Nasiriyah (Irak).
Soldados estadounidenses se preparan para salir de la base Camp Adder, ahora conocida como base Imán Alí en Nasiriyah (Irak).
Mario Tama / EFE
Soldados estadounidenses se preparan para salir de la base Camp Adder, ahora conocida como base Imán Alí en Nasiriyah (Irak).

Los últimos soldados estadounidenses que quedaban en Irak salieron este domingo del país en dirección a Kuwait, según la televisión oficial Al Iraqiya. De esta forma, EE UU pone fin a más de nueve años de presencia en Irak en el marco del repliegue total de sus tropas, cuyo plazo expiraba el próximo día 31.

La televisión mostró imágenes de la última columna de vehículos militares estadounidenses que cruzaba la frontera entre Irak y Kuwait. Durante los últimos días, el Ejército estadounidense ha entregado los últimos prisioneros que tenía en sus manos a las autoridades iraquíes, que el viernes pasado asumieron el control de la última base militar que permanecía en poder de EE UU.

El pasado día 15, se escenificó el repliegue estadounidense de manera simbólica con la arriada de la bandera en una ceremonia en Bagdad a la que asistió el secretario de Defensa de este país, Leon Panetta.

Con el pacto de seguridad firmado entre Washington y Bagdad hace tres años, ambos países acordaron el repliegue estadounidense para finales de este año.

Una coalición internacional, liderada por EE UU y el Reino Unido, invadió Irak el 20 de marzo de 2003 para derrocar al entonces dictador iraquí Sadam Husein, lo que supuso el inicio de una guerra que durante todos estos años se ha cobrado la vida de 100.000 civiles y de más de 4.400 soldados estadounidenses y ha supuesto un gasto de 800.000 millones de dólares. Sadam Husein fue capturado en diciembre de 2003 y ejecutado en la horca tres años después.

Grave crisis política

Coincidiendo con la marcha de los últimos soldados de EE UU de Irak, la coalición Al Iraqiya, segunda fuerza del Parlamento iraquí, anunció este sábado que suspendía su participación en la Asamblea por la "marginación política" que ejerce el Gobierno, lo que abre la puerta a una nueva crisis política.

"Partiendo de nuestra responsabilidad moral, constitucional y política y para colocar a todos ante la responsabilidad de la crisis, Al Iraqiya anuncia la suspensión sine die de su participación en las sesiones del Parlamento", informó la alianza del ex primer ministro Ayad Alaui en un comunicado. Asimismo, la agrupación invitó a crear "una mesa de diálogo inmediato para hallar soluciones verdaderas que fortalezcan la marcha democrática y la construcción de un Estado con instituciones civiles".

Una fuente de Al Iraqiya explicó que la alianza tomó esa decisión en una reunión celebrada el viernes en la vivienda del exvicepresidente iraquí Tarek al Hachemi por "la política unilateral y la marginación política que practica el Gobierno iraquí" del primer ministro Nuri al Maliki.

Añadió que la suspensión de su participación parlamentaria continuará hasta que el Ejecutivo cambie su política y colabore de verdad. Al Iraqiya es una coalición de tendencia laica que agrupa a dirigente suníes y chiíes, entre otros.

Es la segunda fuerza en el Parlamento iraquí, con 91 de los 325 escaños de la Asamblea, después de la chií Alianza Nacional, con 159 asientos, que engloba al bloque Estado de Derecho, de Al Maliki, y a la Alianza Nacional Iraquí, del exprimer ministro Ibrahim al Yafari.

Discrepancias entre las dos fuerzas principales

Desde hace tiempo, Al Iraqiya y Estado de Derecho mantienen discrepancias sobre ministerios relacionados con la seguridad y el Consejo Supremo de Política Estratégica.

La alianza de Alaui fue la ganadora de los comicios de marzo de 2010, pero no consiguió formar un Ejecutivo al no lograr los escaños necesarios, lo que degeneró en un vacío gubernamental que duró ocho meses hasta que se logró un consenso entre todas las fuerzas políticas para repartirse los ministerios.

De hecho, esta coalición tiene ocho ministros en el Ejecutivo de unidad nacional liderado por Al Maliki.

Sin embargo, Al Iraqiya recordó en un comunicado que "expresó en reiteradas oportunidades su rechazo a las políticas unilaterales y de marginación, a la politización de la Justicia, a la falta de equilibrio en las instituciones del Estado y el incumplimiento de la Constitución".

Además, criticó que "algunos apostaron por permanecer en el poder generando la crisis en vez de contenerla y cumplir con el acuerdo de Erbil. Después empezaron a desprenderse de todos los acuerdos de asociación y concentraron las prerrogativas en sus manos, especialmente las vinculadas a la seguridad".

La plataforma se refería al pacto alcanzado en la capital del Kurdistán iraquí entre todas las fuerzas políticas que permitió formar un Gobierno de unidad nacional en diciembre de 2010.

Por otro lado, el grupo de Alaui denunció también "la violación de las leyes y el trato con métodos represivos y amenazantes del pueblo en el ámbito de la seguridad".

Además, alertó de que si las autoridades continúan con esas políticas "el pueblo iraquí elegirá opciones difíciles para liberarse del puño de hierro del Gobierno central".

Un momento delicado

La decisión de Al Iraqiya se produce en un momento delicado en el país árabe, donde las fuerzas iraquíes afrontan ahora el reto de garantizar la seguridad por la retirada total del Ejército estadounidense antes del 31 del diciembre.

La coalición se mostró muy crítica con las fuerzas de seguridad iraquíes, a las que acusó de amedrentar a los Consejos Provinciales y respaldar acciones armadas fuera de la ley en respuesta a las demandas de autonomía en las provincias de Salahedín y Diyala, al norte y noreste de Bagdad, respectivamente.

"Esto indica que no hay imparcialidad ni profesionalismo en los servicios de seguridad", según Al Iraqiya, que pidió que sean reconstruidos sobre una base profesional y no política, y que tengan en cuenta las resoluciones internacionales de derechos humanos.

Además, el comunicado recuerda que todavía están vacantes las carteras de Interior y de Defensa desde la constitución del Gobierno el 21 de diciembre de 2010 por falta de acuerdo entre los partidos. Al Iraqiya manifestó su extrañeza por el hecho de que esos ministerios sigan sin titular "pese a que está a punto de terminar el segundo año tras las elecciones".

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