UGT ha rechazado los presupuestos de la Universitat de les Illes Balears (UIB) porque considera que van "en detrimento de la tarea docente e investigadora" de la universidad y porque la UIB es una de las peor financiadas del Estado.

Tras recordar que el presupuesto global para el próximo año disminuye un 14 por ciento y experimenta un recorte aproximado de 14,75 millones de euros, el sindicato ha lamentado que las transferencias nominativas y las inversiones tengan una caída total del 5,4 por ciento, esto es, 3,1 millones de euros.

UGT ha denunciado que estos recortes dejan la aportación de la comunidad autónoma por alumno entre "las peores financiadas del estado español con 3.492 euros por alumno", lo que significa "una pérdida de 1.193 euros por alumno en los últimos tres años".

Asimismo, el sindicato ha aseverado que estas cantidades afectan de forma "muy negativa" a la calidad de la enseñanza y, especialmente, a la implantación del Plan Bolonia ya que "es incompatible con unos presupuestos que recortan las posibilidades de un seguimiento más personalizado del alumnado con ratios de 3 horas de dedicación del profesorado en las tutorías de los trabajos de final de grado".

De esta forma, los recortes -ha explicado UGT- afectan directamente al alumnado, al profesorado y al personal de administración y servicios y, entre las medidas, cabe destacar la disminución del 45 por ciento en los presupuestos de los departamentos, así como del 25 por ciento en las facultades y del 12 en la partida de prácticas del alumnado.

Estos recortes en personal, tanto docente e investigador como de administración de servicios, que ascienden a 800.000 euros, implicará "la no continuidad de profesorado asociado para el próximo curso y la supresión de contratos de interinidad y de personal laboral con ambos estamentos universitarios".

Finalmente, UGT ha anunciado su voto en contra de los presupuestos en el Consell Social de la UIB y ha señalado que la rectora y su equipo de gobierno han sido elegidos por la comunidad universitaria para dirigir y gobernar, "pero no a cualquier precio". Por eso, ha subrayado que la dirección de la UIB tendrá su apoyo cuando "marque claramente los límites de hasta dónde están dispuestos a consentir que se llegue con este continuo desmantelamiento".