Falsas fugas de gas cierran tiendas y una boca de Metro

Hubo 4 avisos en una hora a los bomberos de Valencia. Investigan si fue un  vertido del producto que huele a huevo podrido y se añade al gas para darle olor.
Dos bomberos y un empleado de la compañía Cegás, después de la inspección en el Pasaje Doctor Serra.
Dos bomberos y un empleado de la compañía Cegás, después de la inspección en el Pasaje Doctor Serra.
V. G.
Dos bomberos y un empleado de la compañía Cegás, después de la inspección en el Pasaje Doctor Serra.
Una docena de tiendas desalojadas, el pasaje Doctor Serra cerrado más de dos horas y uno de los accesos a la estación de Metro de Menéndez Pidal con Pío XII cortado varios minutos. Son algunos de los efectos que causaron ayer cuatro avisos de escapes de gas que resultaron inexistentes y que se sucedieron en poco más de una hora.Ni los bomberos ni los técnicos de Cegás detectaron fugas, pero sí una sustancia que podría ser el agente químico que se añade al gas para localizarlo (el gas en sí mismo es inodoro) y que le da un olor como a huevo podrido. Agentes del Cuerpo Nacional de Policía han abierto una investigación para dilucidar si las cuatro alarmas fueron un sabotaje, una casualidad o un vertido accidental.

Una botella sospechosa

La central de bomberos y la compañía Cegás recibieron las alertas entre las 11.30 horas y las 12.42 horas. Las llamadas hablaban de un intenso olor a gas en la calle General Sanmartín con el Pasaje Doctor Serra, Joaquín Costa, la plaza de San Agustín y Ménendez Pidal con Pío XII. Los Bomberos desplazados a esos puntos los acordonaron mientras hacían las mediciones, que dieron negativo. Se llegó a hablar de una botella de donde podía proceder el hedor. El Pasaje estuvo cortado más de dos horas y el acceso a la de boca de Metro, «unos minutos», según fuentes de Ferrocarrils de la Generalitat. Por su parte, la Policía Local reguló el tráfico.

Operarios de Cegás, confirmaron fuentes de la compañía, tampoco detectaron ningún escape y remitieron el caso a «las fuerzas de seguridad y al Ayuntamiento».

¿Pero, qué está pasando aquí?

El desconcierto, que no el miedo, cundió ayer entre los inquilinos del pasaje Doctor Serra y los propietarios de los 12 comercios desalojados. «Llevamos oliendo a gas desde las ocho de la mañana, pero no hemos llamado a la Policía hasta hace unos minutos», comentó uno de los evacuados. Él, como el resto, permaneció arremolinado en una de las entradas del pasaje comercial mientras los bomberos se apostaban en la otra. Nadie sabía con certeza qué ocurría. «Lo único que hemos visto es que la Policía ha entrado en las tiendas para que cerraran. No ha habido escenas de caos, la gente ha ido saliendo civilizadamente», explicó uno de los pocos comerciantes que quedó fuera del cordón y que no tuvo que cerrar. En las antípodas, una colega suya que estuvo «más de dos horas en la calle», bajo un sol de justicia, «y sin que nadie nos dijera nada».

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