El coordinador de la Coordinadora Estatal Antinuclear (CEAN) y miembro de Tanquem Cofrents, Juan José Sanchis, ha destacado este jueves que si las pruebas de resistencia de la central de Cofrentes las realizasen auditores externos a la central, y no técnicos de la misma, los resultados podrían obligar a "poner en marcha nuevos mecanismos de seguridad, o a cambiar piezas, lo que podría llevar a su cierre".

Así lo ha manifestado Sanchis en declaraciones a Europa Press, al explicar que las pruebas de resistencia que se ponen en marcha en las centrales "no son creíbles" ya que las hacen los propios técnicos de las instalaciones, que tienen interés en que las centrales sigan funcionando.

Por ello, ha destacado que si las pruebas las realizasen unas auditorías externas se obligaría, por ejemplo, a poner en marcha nuevos mecanismos de seguridad y, debido a lo que esto pudiera suponer, se convendría en que mejor que reponer estos mecanismos, sería más conveniente proceder al cierre de la misma.

Algo, según ha recordado, que ya ha sucedido. En concreto, ha citado el caso de la central de Vandellós, que tras su incidente en 1989, ante la normativa que indicaba todo lo que debía reponer, se consideró más útil el cierre de la instalación.

Asimismo, Sanchis ha considerado que Cofrentes lleva 27 años funcionando, aunque se puso en marcha para un total de 25 años. A pesar de ello, ha indicado que se ha alargado su vida útil un total de diez años más, lo que ha tildado de ser "una irresponsabilidad".

En concreto, ha destacado que "la radiación no sólo afecta a las personas, sino también a los materiales". Por ello, ha indicado que "cuanto más funcionan estos materiales, más fácil es que haya una grieta o una rotura, porque el proceso de corrosión también se acelera".

En este sentido, ha recordado que el último incidente producido en la central se produjo a sólo dos semanas de su puesta en marcha, después de una parada de 48 días, lo que pone de manifiesto el estado de Cofrentes. "Es como si llevas el coche a revisión y, días después, se rompe el radiador", ha aseverado.

Resistencia a terremotos

Por otro lado, Sanchis también ha indicado que en estas pruebas de resistencia que se realizan en Cofrentes se estudian unos límites "que no son reales", como en el caso de los terremotos. En esta línea, ha indicado que la central está diseñada para soportar terremotos de un nivel inferior a los que se han registrado en la zona en los último siglos.

"Históricamente ha habido terremotos más potentes de los que tiene capacidad Cofrentes", ha indicado Sanchis, quien además ha señalado que la central está situada sobre dos fallas, lo que hace aún más peligrosa su situación ante un movimiento de tierra.

Concentración ante el csn

Esta misma mañana, medio centenar de personas, representantes de las organizaciones que componen la CEAN se ha concentrado este jueves ante la sede del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) para denunciar que las pruebas de resistencia a las centrales son "un paripé" para calmar a la opinión pública tras el accidente de Fukusima, a la vez que reclaman al Gobierno que sean más estrictos en estos controles para cumplir con los requerimientos del Parlamento y de las Unión Europea.

Durante la concentración, han denunciado mediante cánticos la falta de seguridad de las plantas españolas y han pedido al CSN que sean estrictos en el informe que deben enviar antes del 31 de diciembre a la Comisión Europea.

En este sentido, han insistido en que la energía nuclear es insegura, antieconómica, insostenible y prescindible, por lo que piden que se establezca un calendario de cierre progresivo de las centrales nucleares españolas, comenzando por las más antiguas e inseguras.