La Confederación Regional de Comercio (Conferco) ha mostrado su preocupación por las consecuencias que tendrá en el tejido comercial de Castilla y León la liberalización total de horarios que contempla el anteproyecto presentado hoy en el Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid, ya que según ha advertido se traducirá en una reducción de las ventas en los comercios de la Región, fundamentalmente en las provincias más próximas a Madrid.

En un comunicado recogido por Europa Press, Conferco ha insistido en que la liberalización "no está justificada sobre ninguna demanda de los consumidores" y ha asegurado que si ésta se aplicara en Castilla y León la pérdida de puestos de trabajo directos rondaría entre los 10.000 y los 15.000.

"Obviamente, ni la situación económica del país ni la específica del sector comercio aconsejan poner en riesgo tan elevado número de empleos, creando inquietud y añadiendo dificultades a un tejido comercial ya demasiado castigado por la crisis", considera.

Conferco ha recordado que en Castilla y León el calendario de apertura en domingos y festivos está regulado con el consenso de todos los agentes implicados, desde la Administración hasta los agentes sociales, y que por tanto "está suficientemente consolidado como para que no se plantee un cambio al respecto".

La Confederación lamenta que una vez más se ponga el foco en una materia que no figura entre los "numerosos y graves problemas" que tiene actualmente el sector. Según resalta, el pequeño y mediano comercio de la Comunidad está intentando remontar una crisis profunda que ha dado al traste con empresas y puestos de trabajo, un bache que para el colectivo no se soluciona con la liberalización de horarios.

"Al contrario, supondría un agravamiento de la situación para miles de microempresas, autónomos y pymes que conforman el tejido comercial de la Región", se queja, al tiempo que señala que existen otras urgencias que sí incidirían en una mayor competitividad del sector, como el apoyo al comercio electrónico.

"El sector necesita realidades, no más inquietudes. No es justo tampoco que se apunte al sector como la actividad que debe repuntar en solitario las cifras de creación de empleo, exigiendo unos horarios de apertura que para la mayoría de empresas son inasumibles, y no se planteen, por ejemplo, medidas similares en los servicios que prestan las administraciones a los ciudadanos", concluye.