Gobierno vasco inicia el debate del Pacto por la Inmigración para lograr "un gran acuerdo" para una sociedad inclusiva

Zabaleta aboga por que derechos y obligaciones "pivoten" en la residencia y las leyes "acompañen" la voluntad de permanencia
Reunión Del Pacto Social Por La Inmigración En Euskadi
Reunión Del Pacto Social Por La Inmigración En Euskadi
EUROPA PRESS
Reunión Del Pacto Social Por La Inmigración En Euskadi

El Gobierno vasco ha iniciado este miércoles el proceso de debate del Pacto Social por la Inmigración de Euskadi, con el que se pretende buscar "un gran acuerdo social" para lograr "una sociedad plural e inclusiva" en la que derechos y obligaciones "pivoten sobre la condición de residencia". Además, ha advertido de que "no puede ser que las leyes no acompañen la voluntad de permanencia, condenando a los inmigrantes a la excepcionalidad".

La consejera de Empleo y Asuntos Sociales, Gemma Zabaleta, ha abierto en Bilbao la primera jornada de presentación del documento base elaborado por un comité de expertos y que se someterá durante los próximos meses a debate, junto a los coordinadores de la comisión asesora para el Pacto Social Imanol Zubero y Daniel Innerarity.

La Consejería espera que, una vez sean recogidas las aportaciones de los distintos agentes implicados en este ámbito, se pueda contar con un documento definitivo para la primavera de 2012. En palabras del director de Inmigración, Miguel Ángel González, la iniciativa busca "hacer una política de país" en materia de inmigración y fomentar "un discurso responsable" que ayude a "desterrar estereotipos".

Según ha explicado Zabaleta, el documento constituye una propuesta "abierta y flexible" que será sometida al "debate, revisión y aportaciones" en un proceso "público y participativo" que desembocará en la firma de "un gran acuerdo social a favor de la integración, la igualdad, la transformación y la cohesión social en Euskadi".

La consejera ha reivindicado la necesidad de "un discurso abierto y equilibrado" sobre la inmigración que "no dé vueltas como una noria sobre los problemas reales o imaginarios", sino que "busque un consenso generalizado, mejor informado, más que una visión miope del fenómeno".

De esta manera, se pretende "alcanzar un acuerdo social e institucional ampliamente compartido sobre los principios en base a los cuales queremos gestionar la creciente diversidad de la sociedad en clave de oportunidad" e invitar a los diferentes agentes a adoptar "compromisos concretos", así como "lanzar un mensaje conjunto a la sociedad que marque de forma positiva el proceso de transformación social" que supone la llegada de inmigrantes.

El documento base parte del convencimiento de "la Euskadi del mañana va a ser una sociedad más diversa", como todas las "sociedades modernas", y plantea, ante el reto de la convivencia entre diferentes, "una sociedad plural e inclusiva donde las libertades, los derechos y las obligaciones fundamentales de todas las personas pivoten sobre la condición de residencia, y no sobre la distinta condición de nacionales o extranjeros".

El pacto, ha indicado la consejera, "no quiere abordar el fenómeno desde un punto de vista utilitarista, sino de humanidad, solidaridad y justicia". En este sentido, ha apuntado que, "si no apostamos firmemente por una efectiva aplicación del principio de igualdad, relegaremos a las personas inmigrantes a una situación inferior respecto a la población autóctona".

"Y resulta inasumible aceptar el trato discriminatorio como premisa en el reconocimiento de los derechos de las personas inmigrantes", ha subrayado Zabaleta, que ha advertido de la necesidad de encontrar "fórmulas adoptadas a los nuevos tiempos".

La consejera vasca se ha mostrado convencida de que "la diversidad es una oportunidad para la sociedad vasca" y ha añadido que, para que "sea real", son precisas políticas públicas "redistributivas y universalistas que garanticen los derechos sociales de todos". Según ha explicado, "no se trata de lograr personas integradas, sino una sociedad integrada".

En este sentido, ha indicado que "muchas" de las personas que llegan a Euskadi lo hacen con "vocación de permanencia y proyectos migratorios sólidos y viables", de manera que casi nueve de cada diez aspiran a "poder quedarse entre nosotros" al menos durante los próximos cinco años.

Ante esta situación, a su entender, se hace necesario "repensar las ideas vigentes y los mecanismos y procesos de empadronamiento, regularización, agrupación y nacionalización que se derivan" porque "no puede ser que las leyes no acompañen esta voluntad de permanencia, condenando a las personas inmigrantes a la excepcionalidad".

"se juega mucho"

El documento propuesto para el debate plantea que la inmigración es "una realidad estructural" y señala que, en consecuencia, el "esfuerzo" social e institucional deberá centrarse en el futuro no tanto en la acogida como en la gestión de la diversidad y, sobre todo, en la integración del colectivo inmigrante y de las segundas generaciones, en este caso a través de la educación fundamentalmente.

El texto ha sido elaborado por una comisión integrada por una quincena de expertos procedentes de los ámbitos social, político, económico y universitario, y contempla diez "núcleos" temáticos, entre ellos el de la inmigración como una "ventana de oportunidad" para Euskadi o el de la situación de la mujer inmigrante, que ha permanecido "invisibilizada", según ha explicado el doctor en Sociología y profesor de la UPV/EHU Imanol Zubero.

También se resalta la importancia "crucial" de la actuación en el ámbito local, el más próximo a los ciudadanos, por lo que el documento señala que "es necesario que los ayuntamientos cuenten con criterios compartidos y recursos suficientes". Del mismo modo, se indica la relevancia de la labor desarrollada por el tercer sector y del fomento de una educación "inclusiva".

Asimismo, los redactores del texto han incidido en la importancia "esencial" de buscar un "relato" que la sociedad "haga suyo" y evitar la formación de "prejuicios y estereotipos", para lo que consideran necesaria la implicación de los diferentes actores políticos y de los medios de comunicación.

En palabras de Zubero, el documento aboga por "afrontar las dificultades en positivo y mirar al futuro con esperanza". Según ha indicado, se pretende ser "un pacto social por Euskadi" porque la inmigración "nos da la oportunidad de mirarnos como sociedad, como país". "Si acertamos hoy con los compromisos que adoptemos, estaremos poniendo las bases para un futuro mejor", ha insistido.

En esta línea, el catedrático de Filosofía Social y Política de la Universidad de Zaragoza Daniel Innerarity ha advertido de que "la sociedad vasca se juega mucho en el modo en cómo acierte a gestionar la cuestión de la integración de la inmigración". Según ha indicado, la inmigración "nos equilibra", permite "una manera menos complaciente hacia nosotros mismos" y obligará a "examinar nuestros deberes de justicia, nuestras prácticas de hospitalidad, advertir otras injusticias y desigualdades".

En esta línea, ha señalado que "tal vez pondrá de manifiesto que nuestra sociedad es menos justa, cohesionada o sincera consigo mismo de lo que cómodamente solemos suponer". Por ello, ha opinado que el proceso abierto "no nos servirá para resolver un problema, sino que se trata de mejorar a toda la sociedad vasca".

Casi la mitad de la media estatal

En función de los datos de la última Encuesta de Población Inmigrante en Euskadi, actualmente están empadronadas en esta comunidad 144.500 personas extranjeras, lo que supone un 6,6 por ciento de la población vasca (frente al 12% de media estatal).

Además, otros 35.000 han accedido a la nacionalidad española en los últimos años, de modo que un 8,2 por ciento de la población vasca es de origen extranjero, en su mayoría procedentes de Latinoamérica (42,4%) y de países de la UE (24,9%). Por países, el que aporta un mayor número es Rumanía (11,2%), seguido de Marruecos (10,8%) y Colombia (8,4%). El 51,4 por ciento son hombres y el 48,6 mujeres.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento