Los responsables de sala de conciertos 'Malandar', radicada en la calle Torneo, esperan celebrar en breve una reunión con el área de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Sevilla, dirigida por el concejal Maximiliano Vílchez, al objeto de solventar la situación suscitada a cuenta del cierre decretado por la administración local a cuenta de supuestos y reiterados incumplimientos de las normativas de protección acústica. David Muñoz, programador de esta sala y uno de los responsables del negocio, defiende que la sala "no molesta" al vecindario y que el conflicto se circunscribe a las denuncias de la propietaria de una vivienda pese a que "ni tan siquiera reside aquí".

David Muñoz ha informado a Europa Press de que la mañana de este lunes, los responsables de la sala 'Malandar' han recibido una llamada telefónica procedente de la delegación municipal de Medio Ambiente. El departamento de Medio Ambiente, según ha informado, les ha prevenido de que, también a través de una llamada telefónica, serían convocados a una reunión que habría de celebrarse a lo largo de la jornada en curso o ya durante el martes, toda vez que las instalaciones "siguen precintadas" desde que el pasado viernes, el Ayuntamiento ordenase su clausura a cuenta de un incumplimiento en las normativas de protección acústica.

David Muñoz, de cualquier modo, ha explicado que las denuncias de las que ha sido objeto esta sala de conciertos en los últimos tiempos derivan de una mujer que posee una vivienda en el entorno pero "ya no reside aquí". Muñoz ha señalado, en ese sentido, que el conflicto de esta mujer con la sala de conciertos se remonta al periodo en el que las instalaciones eran explotadas bajo el título de 'Weekend', pues el funcionamiento de este negocio en aquellos años derivó en una causa judicial por un presunto delito de medio ambiente atribuido a los responsables de 'Nempe Conciertos S.L.' y 'Discodiver S.L.'.

La sala "no molesta"

El programador de la sala 'Malandar', no obstante, ha defendido que el funcionamiento actual de la sala "no molesta" al vecindario de la calle Torneo, circunscribiendo el conflicto a la actitud de esta mujer. "Nosotros somos los más interesados en que no haya molestias", ha defendido Muñoz, quien sin embargo ha admitido que los conciertos superarían el límite de 92 decibelios que establece la normativa, pero sencillamente porque resultaría "imposible" celebrar un directo a menor volumen. Al respecto, ha considerado "absurdo" que las normativas del Ayuntamiento en esta materia se rijan por parámetros totalmente inasumibles.

Por su parte, el concejal de Empleo, Economía, Fiestas Mayores y Turismo del Ayuntamiento hispalense, Gregorio Serrano (PP), ha subrayado este lunes la voluntad municipal de llegar a un acuerdo para que la sala siga funcionando "lo antes posible", aunque deja claro que no se puede "afectar al descanso de los vecinos". "Hay que conseguir compatibilizar los intereses privados y particulares", insiste el edil, que advierte que esta medida de cierra "no ha sido de un día para otro, sino fruto de reiteradas renuncias".