El teatro Bretón de los Herreros de Logroño acogerá el 16 y 17 de marzo de 2012 la representación de 'El alcalde de Zalamea' de Calderón de la Barca, en un montaje de la Compañía Nacional de Teatro Clásico (CNTC), según ha podido conocer Europa Press.

La obra ya estaba anunciada para haberse representado en la capital riojana el 14 y 15 de enero de este año, pero una huelga de técnicos hizo que se suspendieran las dos funciones previstas en Logroño.

Ahora un año y dos meses después, los riojanos podrán disfrutar del buen hacer de la CNTC. El actor Joaquín Notario (en el papel de Pedro Crespo) encabeza el reparto de esta producción en la que le acompañan también David Lorente, Pepa Pedroche, Miguel Cubero, Ernesto Arias, Alejandro Saá, David Boceta y José Luis Santos, entre otros artistas. El vestuario es de Lorenzo Caprile, que ha aprovechado para la ocasión parte del almacén de la Compañía.

Llevada dos veces a escena por la Compañía, en 1988 dirigida por José Luis Alonso y en 2000 con puesta en escena de Sergi Belbel y en coproducción con el Teatro Nacional de Cataluña, 'El alcalde de Zalamea' contiene los mejores ingredientes del teatro de nuestro Siglo de Oro. SINOPSIS

La obra narra el drama vivido en la localidad extremeña de Zalamea de la Serena al pasar las tropas españolas con motivo de la guerra de Portugal. El capitán Don Álvaro de Ataide, personaje de extracción nobiliaria es alojado en la casa del labrador rico de la localidad, Pedro Crespo, a cuya hermosa hija Isabel roba y ultraja.

Cuando Pedro Crespo intenta remediar la situación, ofrece bienes a Don Álvaro para que se case con Isabel, a la que rechaza Don Álvaro por ser villana, es decir de clase inferior. Este desprecio afrenta definitivamente el honor de toda la familia de Pedro Crespo.

En pleno trauma familiar, es elegido alcalde de Zalamea y siguiendo una querella cursada a la justicia por la ultrajada Isabel, aún sin poseer jurisdicción sobre el militar, Pedro Crespo prende, juzga y hace ajusticiar a Don Álvaro dándole garrote. La trama se resuelve, cuando el Rey Don Felipe II, revisa la decisión del alcalde, la ratifica y premia su decisión nombrando a Pedro Crespo alcalde perpetuo de Zalamea.