C-LM debe afrontar el aumento de su competitividad para asegurar el crecimiento económico y el bienestar social

Castilla-La Mancha debe afrontar el aumento de su nivel de competitividad para asegurar el crecimiento económico, el empleo y la sostenibilidad del bienestar social.

Castilla-La Mancha debe afrontar el aumento de su nivel de competitividad para asegurar el crecimiento económico, el empleo y la sostenibilidad del bienestar social.

Así se desprende del estudio 'Horizonte Castilla-La Mancha' de la Fundación Horizonte XXII de Globalcaja y Everis realizado a partir de la recopilación de las visiones de agentes relevantes de la región que, desde sus diferentes ámbitos de actuación, han aportado su visión sobre aspectos tanto generales como específicos de la misma, para replantear la visión que la región tiene de sí misma así como del futuro al que aspira.

El estudio, que ha sido presentado este jueves en Toledo, valora la alta competitividad de los mercados internacionales, que unida a las ventajas para competir derivadas de los menores costes con los que producen las economías emergentes "supone un riesgo para la supervivencia del actual modelo productivo de la región" debido a sus limitaciones.

Estas limitaciones son, según el informe, la baja productividad, oferta de bienes y servicios poco sofisticada, la presencia de sectores en declive o sometidos a fuertes restricciones, una economía dependiente del mercado nacional, un sector empresarial pequeño y niveles insuficientes de innovación y de cualificación de mano de obra.

En cuanto a los aspectos positivos, el estudio destaca como puntos fuertes de Castilla-La Mancha el sector agroalimentario, el sector industrial o la tenencia de activos de gran valor, como la extensión territorial o la ubicación "estratégica" dentro del país.

Con estas bases, el texto aboga por un nuevo modelo económico y productivo en la región basado en tres ejes de actuación como la combinación de los activos y capacidades de la región y el alineamiento de agentes para maximizar la creación de valor; trabajar en la identidad productiva a través del foco en aquellos sectores y actividades que pueden llegar a ser fuentes de ventaja competitiva; y aplicar criterios de eficiencia en la generación de valor económico.

Combinación de activos

De este modo, el estudio apuesta por avanzar en las conexiones interprovinciales de transporte, en la configuración de un entorno creíble, reputado y atractivo para ubicar empresas; por realizar apuestas sectoriales conjuntas; y mantener una colaboración continua entre la administración, la universidad y la empresa para obtener el máximo rendimiento.

Asimismo, aboga por fomentar una identidad productiva y diversificar los sectores productivos combinando las realidades sociales de la región, identificando las realidades donde la Comunidad puede convertirse en líder y caminar hacia una mayor innovación y diferenciación en la producción de bienes y servicios.

Por último, apunta a aplicar criterios de eficiencia en la generación del valor económica, se aboga por introducir la diferenciación, la innovación, la sofisticación y personalización en la oferta de bienes y servicios así como reorientar el papel de la Administración como agente facilitador e impulsor del desarrollo económico.

Consolidar el tejido empresarial

Otro de los retos que contempla el estudio de Globalcaja y Everis es consolidar el tejido empresarial de Castilla-La Mancha, ya que considera que "los nuevos retos derivados de la reflexión de la estructura productiva no podrán afrontarse sin la articulación de un tejido empresarial cohesionado, vertebrado, consolidado, fuerte, competitivo y productivo".

Para ello, se propone generar unos mayores niveles de emprendimiento, favorecer la modernización tecnológica y la innovación como herramientas de mayor productividad, conseguir un tejido empresarial más fuerte, mejorar el capital humano, favorecer una mayor internacionalización, conseguir una Administración Pública como agente dinamizador y aumentar los niveles de cooperación empresarial.

Estos ejes de actuación requieren, según el estudio, generar una cultura emprendedora en la región; favorecer la innovación; acciones políticas orientadas a la promoción empresarial; fomentar la formación del empresariado; apoyar la internacionalización; crear un marco normativo que facilite la actividad económica; y fomentar la asociación empresarial.

Desarrollo del talento

Apostar por el desarrollo del talento como herramienta clave del futuro de Castilla-La Mancha es otro de los retos que plantea el estudio como factor necesario para "construir una sociedad competitiva y con elevados niveles de bienestar".

Para conseguirlo, el texto propone cinco ejes de actuación, que son conformar las bases del talento regional; generalizar el emprendimiento, la innovación y la colaboración en las primeras fases del ciclo educativo; revisar el sistema de formación profesional y su encaje con las necesidades del mercado; crear una verdadera oferta formativa para el reciclaje de profesionales; y conseguir una educación universitaria y postuniversitaria orientada a tal efecto.

Estas líneas de actuación deberán conseguirse mejorando los niveles de cualificación y reducir la brecha digital generalizando el acceso a las nuevas tecnologías; fomentar los valores empresariales en la educación Primaria y Secundaria; ajustar la demanda de las empresas y la oferta de formación de los profesores; revisar el sistema de formación para trabajadores inactivos; y fomentar la movilidad entre la universidad y la empresa.

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