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Europa press

El director general de Museos y Promoción del Arte, Miguel Castellano, ha presentado este jueves en el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH), la restauración del altar fenicio de Caura, un altar de sacrificio del siglo VII a.C. procedente del Museo Arqueológico de Sevilla.

El altar se localizó en el transcurso de las excavaciones arqueológicas realizadas entre 1997 y 1998 en el Cerro de San Juan, en el casco urbano de Coria del Río (Sevilla). Las investigaciones han confirmado la identificación de este lugar con la antigua ciudad portuaria de Caura de época fenicia, al tiempo que han permitido identificar el espacio donde se halló el altar como un lugar de culto.

Sobre la intervención, según explica el IAPH en nota de prensa, la pieza llegó al Instituto en 2009 a través de una encomienda de gestión de la Dirección General de Museos y Promoción del Arte de la Consejería de Cultura, y lo hizo en el mismo embalaje de poliuretano que se había aplicado diez años antes cuando se extrajo en la excavación.

Así, el estado de conservación del altar era muy deficiente debido a la falta de mantenimiento durante los años que había permanecido almacenada. La pieza había perdido su consistencia partiéndose por la mitad, a lo que se suma que presentaba un ataque microbiológico en toda su superficie.

De este modo, las fases de trabajo en el IAPH se han centrado en la investigación arqueológica, la consolidación del material que compone el altar, la unión de las dos partes fragmentadas y el refuerzo del interior del mismo, y la fase de montaje en un soporte autoportante que permite su traslado y futura exposición en el Museo Arqueológico de Sevilla.

El Insituto ha llevado a cabo, además, análisis paleobiológicos que han avanzado en el conocimiento del uso del altar, su entorno o la sociedad que lo utilizó. Se ha conocido tras estas investigaciones, por ejemplo, que en el ritual litúrgico se incineraron vísceras de caprinos, empleándose para ello maderas de encinas, alcornoques, chaparros, olivos y jaras.

Una pieza "singular"

Según indica el IAPH se trata de "una pieza singular", y son varias las características que señalan el valor de este altar en su tiempo. Así, el simbolismo de su forma y color, que se corresponde con el de las pieles de toro después de su curación, animales tienen un profundo significado porque se relacionan con las divinidades fenicias. Además, destaca su orientación astronómica al naciente solar del solsticio de verano.