Una campaña enseñará a detectar y frenar la violencia sexual a menores, que sufren uno de cada cinco niños en Europa

Las víctimas suelen presentar un cambio de comportamiento "brusco" y se retraen en las relaciones son otros menores

La Asociación Murciana de Apoyo a la Infancia Maltratada (AMAIN) ha puesto en marcha una campaña que, mediante carteles, videos y charlas formativas, pretende enseñar a los padres, profesores, tutores y formadores a detectar y frenar la violencia sexual a menores, unos abusos que padecen uno de cada cinco menores y adolescentes en toda Europa en algún momento de su vida.

Además, entre el 70 y el 85 por ciento de los casos, la víctima conoce al autor de los actos de violencia, según pone de manifiesto esta campaña que ha sido presentada en rueda de prensa por el delegado del Gobierno en Murcia, Rafael González Tovar, la presidenta de AMAIN, Juana López; la coordinadora de la campaña, Isabel Guerrero; y la representante de la Dirección General de Planificación y Ordenación Educativa de la Comunidad, Elena Ladrón de Guevara.

Esta lacra "tan repugnante", según el delegado, tienen lugar en el "día a día, de forma más cotidiana de lo que debería" y, en general, los autores de los abusos son "gente cercana que conocen los niños". Las víctimas, por su parte, son más susceptibles de sufrir este tipo de agresiones entre los tres y los siete años, aunque tienden a guardar silencio y lo suelen reconocer cuando tienen más edad.

Esta violencia sexual "no se da en situaciones pasajeras, sino que dejan secuelas para toda la vida a los niños", según el delegado, y las agresiones no son solo físicas, sino que también pueden ser de tipo psicológico y tener distintos grados de intensidad, ha añadido López. La atención que requieren las víctimas, por su parte, es más duradera cuanto más se extiendan los abusos en el tiempo.

De ahí la importancia de la detección precoz, según López, quien ha explicado que hay "toda una batería" de indicios para saber que los menores son víctimas de estas prácticas y que son "fáciles de observar". Por ejemplo, ha destacado que los niños que sufren este tipo de violencia suelen ser muy retraídos, y no juegan con el resto de niños en los espacios de ocio, como en los recreos escolares.

Además, las víctimas suelen sufrir un cambio radical en su forma de ser y de comportarse, según López. Para detectar estos comportamientos, la campaña recomienda "escuchar a los menores y ser muy receptivos a sus sentimientos, creando un clima de confianza con ellos".

La campaña precisa que el abuso sexual infantil se refiere a contactos o interacciones entre un niño y un adulto, cuando el agresor usa a una persona menor de edad para estimularse sexualmente a él mismo. Así, existen varias formas de abuso, como las que requieren contacto físico tales como la violación, la pornografía, la prostitución o los tocamientos.

Asimismo, se dan abusos que no requieren contacto, como una solicitud indecente a un niño o seducción verbal implícita, la realización de un acto sexual o masturbación en presencia de un menor, la exposición de órganos sexuales a un niño, o promover la prostitución infantil y la pornografía. '

Uno de cada cinco'

Esta campaña, que lleva por título 'Uno de cada cinco', está enmarcada en las actuaciones del Consejo de Europa para frenar la violencia sexual contra los niños, niñas y adolescentes. El objetivo es "proporcionar a los niños, a sus familias, cuidadores y a la sociedad en general los conocimientos y herramientas para prevenir la violencia sexual y, de este modo, crear conciencia acerca de lo que constituye esta lacra", según el delegado.

Para ello, AMAIN ha realizado un video que está disponible en las web 'http://www.laregladekiko.org' y 'http://www.fapmi.es', y en los que un personaje animado que representa un niño enseña lo que se denomina la 'Regla de Kiko', que establece con claridad los lugares en los que los niños no deberían permitir que les toquen.

Guerrero ha explicado que se trata de un spot "sencillo" que el niño "capta enseguida", de forma que permite al menor saber que hay caricias que se deben permitir y otras que no.

La Asociación también ha elaborado unos carteles e impartirá charlas a padres, tutores, pediatras, trabajadores de guarderías, medios de comunicación y personas que trabajan con adolescentes a lo largo de todo el 2012. Estas actividades comenzarán el próximo miércoles, 14 de diciembre, con una conferencia dirigida a cuidadores y formadores que trabajan con menores entre cuatro y siete años.

La regla de kiko

La regla de Kiko pretende enseñar a los niños que sus cuerpos les pertenecen y que nadie puede tocarles sin su permiso. Además, la campaña hace hincapié en que la comunicación abierta y directa a una edad temprana sobre la sexualidad y las 'partes privadas del cuerpo', utilizando los nombres correctos para los genitales y otras partes del cuerpo, ayudarán a los niños a comprender lo que no está permitido.

En este sentido, insta a enseñar a los niños que tienen derecho a no querer que les den un beso o les toquen, incluso cuando se tratan de una persona a la que quieren. Además, emplaza a enseñar a los menores a decir "no" de forma inmediata y firma a un contacto físico inapropiado, a alejarse de situaciones no seguras y a contar sus vivencias a un adulto de confianza.

La campaña subraya que los niños "no siempre reconocen las formas apropiadas e inapropiadas de tocar", por lo que se les debe decir que no está bien que alguien toque sus partes privadas o que les pidan que miren o toquen las partes privadas de otras personas.

La campaña también resalta que los secretos "son una táctica primordial de las personas que cometen abusos sexuales" y de ahí la importancia de enseñar a los menores la diferencia entre los secretos buenos y malos, así como a crear un clima para que los niños reconozcan estos problemas a un adulto de confianza.

Igualmente, 'La regla de Kiko' insta a los adultos a evitar crear tabúes en torno a la sexualidad, para que los niños sepan a quién dirigirse si están preocupados, ya que ellos "pueden percibir que algo no está bien pero puede que no sepan cómo explicarlo ni a quién contárselo".

Puesto que, en la mayoría de los casos, el autor es alguien que el niño conoce y es particularmente difícil que los pequeños comprendan que alguien a quien conocen les pueda hacer daño, es importante acostumbrar a los menores a que informen con regularidad a sus padres, cuidadores y educadores de la existencia en su entorno de alguien que les ofrece regalos sin motivo aparente, les piden que mantengan secretos o trata de pasar tiempo a solas con ellos.

Cómo actuar si se sospecha de un abuso

Los niños deberían saber que existen profesionales que pueden ser de gran ayuda, como maestros, trabajadores sociales, el policía, el orientador escolar o el psicólogo de la escuela, y que existen números de teléfono gratuitos a los que puede llamar para pedir asesoramiento, como el Teléfono Europeo de Ayuda a la Infancia '116-111'.

Si se sospecha que el niño ha sido víctima de un abuso, la campaña recomienda a los padres que no se enfaden con sus hijos, y evitar que éstos sientan que han hecho algo mal. Al contrario, hay que evitar interrogar al menor, aunque es preciso preguntarle qué ha sucedido, cuándo y con quién, pero no por qué ha sucedido, ya que los niños pueden sentirse culpables y ocultar información.

De la misma forma, aconseja a los padres tranquilizar al niño diciéndole que tomará medidas, e insta a ponerse en contacto con alguien que pueda ayudar, como un psicólogo, un especialista en cuidados infantiles, un médico, un trabajador social o la policía. Además, recuerda que pueden ponerse en contacto con el teléfono '116-111', que es gratuito y atendido por profesionales cualificados.

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