La Ertzaintza ha iniciado este jueves una campaña de refuerzo de sus controles en carreteras secundarias del País Vasco ya que este tipo de vías concentra "una parte sustancial" de los tramos con mayor siniestralidad de la red viaria y han registrado el 80 por ciento de las víctimas mortales en accidentes de tráfico este año.

Según ha explicado el Departamento vasco de Interior, la campaña se enmarca dentro de su política de prevención y vigilancia y con el objetivo de "mantener la evolución favorable de la siniestralidad, que nos ha llevado a un descenso permanente a lo largo de los últimos años en el número de accidentes y de muertos en carretera".

Los controles se verán complementados por un serie de medidas que incidirán sobre "los tres factores de la accidentalidad: conductores, vehículos y vías", con evaluaciones periódicas, a lo largo del año, para testar los resultados y para reasignar recursos.

En función de los datos recabados por la División de Tráfico de la Ertzaintza, a lo largo de los últimos ocho meses se han registrado en las carreteras secundarias de Euskadi un total de 3.027 accidentes de tráfico, con 1.482 víctimas (33 de ellas mortales). Los fallecimientos en accidentes de circulación en estas vías suponen el 80 por ciento del total.

La Comunidad Autónoma Vasca tiene en total 3.602 kilómetros de carreteras secundarias, que suponen el 86 por ciento de la red viaria y que absorben la mayor parte de la circulación interna y de los desplazamientos de corto recorrido, "los que de manera más habitual realizamos todos". Por ello, los accidentes que se producen en estas vías son protagonizados habitualmente por conductores locales, mientras que en los siniestros de las autopistas y autovías la presencia de conductores foráneos es mucho mayor.

El estudio sobre la tipología de los accidentes en la red secundaria indica que el 60 por ciento de los siniestros se produce por colisiones entre dos o más vehículos. Le siguen en importancia el choque contra obstáculos en la calzada y las salidas de la vía. Los fines de semana aglutinan cerca de la mitad de los accidentes con víctimas.

Las carreteras con mayor número de siniestros en el periodo analizado son la N-634, con 119 accidentes con víctimas, si bien el estudio matiza que se trata de una vía de "gran longitud" (136 km). En segundo lugar, se sitúan la GI-627 y la N-240, ambas con 26 accidentes, y a continuación la BI-635 (con 23) y la GI-631 (con 22).

En el estudio, se destaca la situación de otras carreteras menores que mantienen "porcentajes más preocupantes de siniestralidad, dado su escaso kilometraje", como la BI-604 o la GI-2638.

Los municipios vizcaínos de Erandio, Galdakao, Mungia, Sopelana y Muskiz son los que mayor número de accidentes con víctimas padecen en sus carreteras secundarias, seguidos por los guipuzcoanos de Arrasate y Oiartzun.

Denuncias más frecuentes

De las denuncias interpuestas por la Ertzaintza en las vías secundarias durante los últimos ocho meses, se desprende que las infracciones de tráfico más frecuentes están relacionadas con "las normas generales de comportamiento", como el uso del móvil, la mala visibilidad desde el interior, los retrovisores defectuosos o la pérdida de atención.

Le siguen las irregularidades en los vehículos y en la documentación, la conducción bajo los efectos del alcohol o las drogas, y los estacionamientos indebidos.

Interior ha explicado que, si bien durante los últimos años la División de Tráfico de la Ertzaintza ha concentrado sus recursos de patrulla en el control de las grandes vías que atraviesan Euskadi y ha cedido la vigilancia de las carreteras de menor densidad a las patrullas de las diferentes comisarías, "esta situación va a reorientarse en gran medida a partir de ahora".

Según ha indicado, el estudio realizado durante estos últimos ocho meses "aconseja destinar también una parte del esfuerzo de las patrullas de las Unidades Territoriales de Tráfico de la Ertzaintza a las vías secundarias, en apoyo de las unidades de las comisarías, para trasladar al conjunto de la red viaria vasca una presión homogénea y más intensa, que permita una mejor vigilancia y control de las infracciones".

El informe plantea una batería de propuestas específicas para mejorar los índices de seguridad en cada demarcación y en cada carretera, atendiendo a los tipos de accidentes que se producen en los determinados tramos, horas y días de mayor peligro, así como en función de las condiciones meteorológicas, entre otros factores. Todas estas medidas de mejora serán puestas en marcha por las propias comisarías responsables de cada demarcación, pero contarán con el refuerzo de patrullas de las Unidades Territoriales de Tráfico.

De esta manera, durante los próximos meses, se producirá "un incremento notable" en las vías secundarias de los controles de velocidad, alcoholemia, detección de drogas, transportes, ITV, uso del cinturón y documentación, "sin que ello suponga una relajación de la presión en las vías principales, donde las Unidades Territoriales de Tráfico mantendrán su presencia habitual".

Interior ha resaltado que, a estas iniciativas, se añade un refuerzo durante los próximos meses en la formación de los agentes destinados en las comisarías en materia de legislación de tráfico, de forma que "puedan añadir a su bagaje los conocimientos necesarios para afrontar todas las variables y novedades relacionadas con la compleja normativa de circulación". En este apartado, colaborarán la División de Tráfico de la Ertzaintza y la Academia de Policía de Euskadi.

"nuevas oportunidades"

La campaña para potenciar el control del tráfico en las vías secundarias se incluye dentro de la reasignación de recursos que el Departamento de Interior está realizando actualmente para "aprovechar las oportunidades que ofrece la nueva situación que se vive en el País Vasco, a raíz del cese de actividades por parte de la organización terrorista ETA".

La reciente actualización de la norma que regula los procedimientos de trabajo y de seguridad de los ertzainas -la Instrucción 53- permitirá liberar recursos con los que llevar adelante otros "cometidos" como el refuerzo de las políticas de tráfico, el incremento de patrullas de seguridad ciudadana y prevención de delitos o el refuerzo de la vigilancia y el control sobre determinados tipos de delincuencia, entre ellos la violencia contra las mujeres.