El fiscal pide que el británico sea condenado a cinco años de prisión y que indemnice a la joven con 6.000 euros por las lesiones y perjuicios morales sufridos, según el relato acusatorio.

Patadas y gritos

El intento de violación se produjo sobre las 03.00 horas del 24 de junio de 2001 cuando el acusado, "con ánimo de satisfacer sus deseos libidinosos", abordó a la joven cuando ésta abría la puerta de su vehículo, estacionado en la zona de Puerto Marina.

La fiscalía malagueña mantiene que el agresor empujó a la víctima hasta el interior del vehículo y que intentó agredirla sexualmente, aunque ésta le propinó numerosas patadas y dio gritos de auxilio, que hicieron que King se diera a la fuga.

Como consecuencia de la agresión, la víctima sufrió contusiones y erosiones en la cara, cabeza, tórax y mano izquierda, esguince cervical y fractura en un dedo.

La acusación particular pide para el ciudadano británico la misma pena de cárcel que el fiscal, pero eleva la indemnización a 12.000 euros, mientras que la defensa de King solicita la libre absolución.

Antedentes escalofriantes

King permanece encarcelado desde el 21 de septiembre de 2003, tres días después de su detención en Alhaurín el Grande (Málaga), a raíz de que su compañera sentimental informara a la Policía Judicial de la Guardia Civil de que vio restos de sangre en su ropa y arañazos en la cara la noche en que desapareció Sonia y que él había estado en la feria de Coín.  El británico fue condenado por la muerte de

El perfil genético de Tony King coincide con las muestras obtenidas en la investigación del asesinato de Sonia Carabantes, el 14 de agosto de 2003, y en la de la muerte de Rocío Wanninkhof, desaparecida el 9 de octubre de 1999 en Mijas (Málaga).

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