Un total de 79 trabajadores acogidos al primer expediente de regulación de empleo (ERE) aprobado tras la fusión de Caixa Galicia y Caixanova (para 1.230 personas) aún no han abandonado efectivamente la entidad; mientras que apenas 20 se han adherido a la ampliación de 350 pactada en verano.

Así lo han indicado fuentes sindicales en declaraciones a Europa Press, en las que han señalado que apenas una veintena de empleados se han acogido desde el anuncio de la ampliación, cuyo plazo está abierto hasta el 31 de diciembre de 2012.

El portavoz de la sección sindical de UGT en Novagalicia Banco —entidad nacida de la caja fusionada gallega—, José Ramón de Pliego-Valdés, ha afirmado que las "amenazas" de la dirección de que habrá despidos si no se cubren estas 350 plazas han provocado que se anotasen más personas, pues hasta hace unos días no llegaban a diez.

En una nota, el sindicato ha manifestado su "malestar" por las palabras del consejero delegado, César González-Bueno, en la convención del pasado sábado a este respecto. "Cualquier tipo de decisión sobre el ERE vigente será un tema de la comisión de seguimiento. El ERE voluntario tiene vigencia hasta el 31 de diciembre de 2012. Y los acuerdos están para cumplirse", advierte.

Por su parte, el ERE inicial, que cubrió las 1.230 plazas, sigue su marcha y faltan 79 trabajadores por salir de la entidad. De ellos, 65 lo harán el próximo 12 de diciembre, mientras que otros cinco dejarán su puesto al acabarse el año. De este modo, nueve personas estarán pendientes aún en 2012, de las que seis está previsto que dejen el banco en enero. Las otras tres lo harán antes de junio del año próximo.

Además, UGT ha indicado que a 31 de diciembre se materializarán 26 jubilaciones ordinarias o anticipadas, además de bajas por otros motivos (excedencias, fallecimiento o incapacidad) de 20 personas y otras 76 bajas pactadas, lo que suma 122 trabajadores. También se producirán, al terminar el año, las bajas no estructurales de 30 contrataciones.

El sindicato indica que la dirección prevé el cierre de 22 oficinas el próximo año, que han pedido que sean identificadas, y que la directora de Recursos Humanos, María Camino, ha trasladado que la intención es enviar de los servicios centrales a la red a entre 350 y 400 personas. "Esto entra en contradicción con el organigrama presentado, que asigna de forma individualizada los distintos puestos de trabajo existentes fuera de la red de sucursales", añade UGT.