La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Cantabria ha anulado la condena a un hombre por un delito de violencia de género porque la mujer declaró en el juicio que no quería orden de protección ya que no tenía "miedo" de él.

Esto le llevó a "suavizar" su declaración, en la que sí que admitió que el hombre le amenazó con un cuchillo, pero que no llegó a producirse "contacto".

Así que como la mujer no insistió en su incriminación inicial, además la suavizó y encima era la única testigo de lo sucedido, la Audiencia no puede encontrar motivos para confirmar que la agresión efectivamente se hubiera producido.

El Juzgado de lo Penal número 5 de Santander sí lo había visto, y había condenado al varón a un año de prisión por un delito de violencia de género en su modalidad de amenazas leves, por llegar a colocar un cuchillo de grandes dimensiones en el abdomen de su mujer, tras una discusión en el domicilio familiar, en Castro Urdiales en diciembre de 2010.

Esa condena también incluía una prohibición de acercamiento durante dos años hacia la esposa.

Pero el condenado la recurrió, y la Audiencia entiende que, en el juicio, la mujer "no persistió" en su incriminación, declarando que aunque tuvo el cuchillo en sus manos, "en ningún momento" llegó a haber contacto, y añadiendo además que no quería orden de protección porque no tenía "miedo" a su marido, así que se revoca la primera sentencia.