Cuarenta familias, desalojadas por la rotura de una grúa

Tres edificios de Tetuán, evacuados por el riesgo de que una máquina los aplastase, aunque al final la estructura no se cayó.
Dos grúas más altas facilitaron ayer el desmontaje de la averiada.
Dos grúas más altas facilitaron ayer el desmontaje de la averiada.
s. gonzález
Dos grúas más altas facilitaron ayer el desmontaje de la averiada.
El estrépito de una avalancha de tornillos cayendo desde 50 metros de altura interrumpió ayer el desayuno de Fidel, vecino de la calle Palacios. «Me asomé a la ventana de la cocina, que da a un solar donde están construyendo unos apartamentos, y vi que los obreros gritaban: ‘¡La grúa, la grúa!’», explicó a 20 minutos este vecino de 75 años.

Eran las 8.45 h en el distrito de Tetuán. A la grúa a la que se referían los obreros, utilizada por la constructora Cyfes en el número 1 de la calle Molinos, acababa de rompérsele una pieza. La estructura, de la que tiraba un contrapeso de 3.000 kilos, amenazaba con desplomarse sobre tres edificios: Molinos, 3; Berruguete, 40, y Palacios, 4.

Entre los tres inmuebles suman 40 viviendas que, minutos después del suceso, fueron desalojadas por los Bomberos del Ayuntamiento y la Policía Municipal. A quienes no les sobresaltó el estrépito de la grúa al romperse, lo hizo la llamada de los municipales a su puerta, instándolos a desalojar el edificio.

«Salí echando virutas»

«Yo estaba en pijama. Cuando nos dijeron que una grúa podía caérsenos encima, salí de casa echando virutas», cuenta Manuel García, de 56 años. «He bajado los escalones de dos en dos y me he terminado de abrochar la camisa en el portal».

Hasta poco después de las 21.00 h, cuando pudieron regresar a sus viviendas, los afectados tuvieron el corazón en un puño por la posibilidad de que 5.300 kilos de grúa aplastasen sus casas. La máquina, sin embargo, resistió hasta las 16.00 h, cuando empezaron a desmontarla.

Varias unidades del Samur Social atendieron a los ciudadanos que no tenían ningún sitio a donde ir hasta que pudieran volver a casa. Unas 30 personas, entre ellas tres bebés, fueron trasladados al filo de las dos de la tarde a un centro cívico en la plaza de la Remonta, donde les dieron comida y pañales.

Máquinas manejables al rescate

La estrechez de las calles de Tetuán, que hace imposible la circulación de una grúa de grandes dimensiones, retrasó ayer las tareas de reparación de la estructura dañada. La constructora responsable de las obras de la calle Molino, Cyfes, tuvo que conseguir dos grúas lo suficientemente manejables como para acceder al tajo, pero lo bastante grandes como para reparar a la máquina averiada. 20minutos intentó hablar ayer con Cyfes, sin éxito, sobre las causas del accidente.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento