Villepin ha anunciado que este mismo año se empezará la construcción de centros especiales en el tratamiento médico de estos delincuentes, incluidos los que hayan dejado ya la prisión.

El ministro de Interior, Nicolas Sarkozy, ha afirmado que «no se puede dejar libres a monstruos sin obligarles a un tratamiento». Además, los  criminales sexuales que ya no estén en la cárcel deberán presentarse en las comisarías cada mes, en lugar de cada seis, como establece la ley actual. Los reincidentes tendrán que llevar un brazalete electrónico que posibilite su localización.

Otro de los ejes de la nueva ley es que «ningún delito cometido por un menor quedará sin respuesta, que será proporcional al daño cometido». El Ejecutivo galo ya ha adelantado que piensa endurecer este tipo de penas.