En el domicilio también encontraron a la abuela del detenido y madre de la víctima, de 91 años, en un estado muy débil, con síntomas de malnutrición y en una cama plagada de insectos.
La anciana que sobrevivió explicó a los policías que era el nieto quien les traía alimentos, pero que no comían cada día. El informe especifica que «hacía años que no se peinaba ni lavaba».
La Guardia Urbana había intervenido en varias ocasiones por las disputas entre hijo y madre, por lo que requirieron atención social, lo que se rechazó repetidamente.
Sin remordimientos
El hijo de la víctima, según la policía, no mostró ningún tipo de remordimiento cuando fue detenido. Posteriormente fue dejado en libertad con cargos por homicidio imprudente. El hombre, un joven que no aparentaba vivir en el estado deplorable de la vivienda, ya que «iba limpio y bien vestido», trabajaba como administrativo en el Ajuntament de Cornellà.
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