La Policía desarticuló ayer en una empresa del municipio de Oropesa una red de inmigración ilegal y detuvieron a un empresario portugués por captación ilegal de trabajadores extranjeros, así como a 60 personas, de 300 identificadas, por infringir la ley de extranjería.

En este sentido, desde la Subdelegación del Gobierno apuntaron que "no se pueden hacer excepciones con nadie y aunque los trabajadores hayan sido víctimas del empresario, ellos también cometieron el delito de estancia ilegal sin papeles en España".

Por lo tanto, tras la incoación de los expedientes que les han abierto a todos ellos, se les notificará la orden de expulsión para que regresen a sus países de origen.Por otro lado, la inspección de trabajo realizada ayer