La Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Palma ha aprobado un plan de inspección y control del fraude tributario que analizará tributos de los últimos cuatro años y con el que prevé ingresar el próximo año alrededor de 12,5 millones de euros.

El portavoz del Ayuntamiento y teniente de alcalde de Economía y Hacienda, Julio Martínez, ha informado de este plan con el que el consistorio pretende demostrar su compromiso contra el fraude fiscal.

El plan analizará el pago de impuestos realizado desde 2008 a 2011 y, aunque los inspectores podrán revisar cualquier tipo de tributo, se centrarán en aquellos sobre los que hay más sospecha de que se hayan podido cometer irregularidades, tales como el impuesto de actividades económicas o el de construcción.