Los vehículos presentaban una estructura con aristas agudas susceptibles de producir heridas por cortes, y el tubo de gasolina estaba localizado cerca del motor con el consiguiente riesgo de explosión.

Además de estas anomalías, las minimotos tenían otras como riesgos térmicos, incendio y explosión con la posibilidad de causar quemadura sobre todo en las piernas; insuficiente resguardo de cadena, lo que podía producir roces en las piernas y quemaduras por fricción; e instrucciones incompletas y en lenguaje no castellano.

Vieron una en la calle

La incautación, llevada a cabo por agentes de la Unidad Central de Seguridad 2 y la Unidad Integral de Ciudad Lineal, se produjo al observar a una de estas minimotos circulando por la calle, ya que su uso está limitado exclusivamente en circuitos cerrados.

Los agentes inmovilizaron todos los artículos ante los inspectores de Ordenación para el Consumo al incumplir las normativas en materia de seguridad marcada por la Consejería de Sanidad y Consumo, el Instituto Nacional de Consumo y la Comunidad Económica Europea.