El número 2 de la candidatura del PRC al Congreso de los Diputados y concejal en el Ayuntamiento de Suances, Guillermo Blanco, ha opinado este martes que el derribo de la depuradora de Vuelta Ostrera para construir una nueva instalación que cumpla las mismas funciones sería "un derroche" en un momento de crisis económica y ausencia de recursos públicos como el actual, por lo que ha abogado por "buscar alternativas" al derribo decretado por una sentencia del Tribunal Supremo.

Blanco ha mostrado además su desacuerdo con las declaraciones del presidente de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico, Jorge Marquínez, quien también este martes ha asegurado que la demolición de la depuradora "resulta asumible" y ha defendido que "no se demore", además de señalar que el coste debe pagarlo el Ministerio de Medio Ambiente.

"Lo pague quien lo pague, no parece que lo más sensato en un momento de dificultades como éste sea enterrar la inversión millonaria realizada en una depuradora que ha supuesto un importantísimo paso adelante en el saneamiento de Suances", ha declarado.

El candidato regionalista ha anunciado que la búsqueda de una vía que permita "una salida sensata" al problema suscitado por la ubicación de la depuradora en una zona de dominio público-terreste será una de las tareas que el PRC asumirá entre sus prioridades tras las elecciones generales del próximo domingo, en las que ha dado por seguro que cumplirá su objetivo de acceder al Congreso y al Senado con dos diputados y un senador.

Dado que él mismo será uno de esos diputados, Blanco ha garantizado que se "volcará" a la hora de resolver el problema generado en torno a dicha instalación, del que ha responsabilizado al Partido Popular, ya que -ha recordado- "fue el Gobierno de José María Aznar el que aprobó su construcción en la zona de dominio público terrestre".