Los ocho miembros de una banda, la mayoría de ellos de origen dominicano, han aceptado penas de entre tres y cuatro años de cárcel por un delito de tráfico de drogas en la provincia de Ciudad Real.

El juicio estaba previsto que se celebrara durante dos días en la Sección Primera de la Audiencia de Ciudad Real, aunque no ha habido lugar al alcanzar las partes un acuerdo, que será recogido en la correspondiente sentencia de conformidad.

A los acusados se les ha aplicado, según han informado fuentes jurídicas, la atenuante de confesión, así como la reforma del Código Penal, que, a partir de diciembre de 2010, reduce las penas para este tipo de delitos.

Para el grupo, al que se le incautó 1,3 kilos de cocaína, con un valor de más de cien mil euros, el fiscal, en su escrito de acusaciones, solicitaba entre cuatro y ocho años y medio de prisión.

La investigación comenzó en Ciudad Real a principios de 2008 al entender la Policía que el cabecilla del grupo, F.S.F, estaba traficando con droga desde su domicilio en la capital.

Para ello, se servía de su propia esposa y de otro hombre que vivía en Puertollano, además de otras personas que repartían la droga.

F.S.F. se suministraba de droga en Argentina, droga que era tratada en un domicilio de Torrejón de Ardoz (Madrid), cuyo propietario era G.M.G.F., también acusado.

En el transcurso de la operación policial, el 1 de octubre de 2009 en el aeropuerto de Barajas, fue detenida una persona, que viajaba desde Buenos Aires a Barcelona, y cuyo avión hizo una parada técnica en Madrid.

Tras ser detectado en un control, en el interior de su cuerpo se encontraron 47 "bellotas" con droga, que sumaban en total 433 gramos de cocaína. En la investigación, han tenido una gran importancia el seguimiento de las llamadas telefónicas de los acusados.