Los Mossos d'Esquadra han detenido a una tunecina de 45 años, vecina de Roses (Girona), por presuntamente simular su secuestro cuando se encontraba bajo los efectos del alcohol y las drogas, según ha informado la policía catalana.

La detenida llamó llorando la madrugada del lunes al teléfono de emergencias 112 explicando que tres hombres la tenían retenida y que había podido escaparse para pedir ayuda.

La mujer, que aseguró que la tenían encerrada en una especie de jaula y que su vida corría peligro, también añadió que no podía indicar el lugar pero que era por la zona de Garriguella (Girona), hasta que la llamada se cortó bruscamente sin que fuese posible volver a contactar con ella.

A las 5.37 horas, realizó una segunda llamada en la que pedía ayuda urgente y aseguraba que estaba cerca de un restaurante cerrado, acabándose la comunicación con un grito por parte de la supuesta víctima.

A las 5.48 horas, el 112 recibió una tercera llamada donde la denunciante daba el nombre de una calle y añadía que era el lugar donde vivía su marido.

Tras la primera llamada, y de forma inmediata, los Mossos enviaron diversas patrullas a la zona de Garriguella, Garrigàs y Pontós, pero no se localizó a la presunta víctima, y paralelamente hicieron gestiones en Roses, de donde es vecina, para localizar su inmueble con resultado negativo.

El Área Territorial de Investigación se hizo cargo de los hechos, y después de corroborar que la detención ilegal no había existido nunca, localizó y detuvo a Jamila B. por haberlo simulado todo.

La detenida reconoció que se había inventado los hechos porque se encontraba bajo los efectos del alcohol y las drogas.