Es la versión de Leo, el hermano de Antonio (no quiso dar su apellido para que no se enteren sus padres), uno de los siete detenidos durante los disturbios en el centro la pasada madrugada. La celebración del triunfo del Barça en la Copa de Europa deja un bochornoso balance: una veintena de heridos (al menos cinco fueron atendidos en distintos hospitales de la ciudad) por cortes , golpes y pelotazos de goma.

Hubo también destrozos en papeleras (35), contenedores (141)... en Puerta Real, Mesones, Realejo, y Pedro Antonio de Alarcón; así como en cinco expositores de la Feria del Libro (los destrozaron y se llevaron algunos libros).

Pero, ¿qué ocurrió para que la euforia derivase en una batalla campal? Según Leo, «al principio la fiesta iba bien. Algunos se calentaron e intentaron meterse en la Fuente de las Batallas y la Policía comenzó a disparar las pelotas de gomas», narraba ayer, desencajado, mientras esperaba noticias de su hermano en la comisaría.

Luis, camarero de un bar de la zona, vio cómo una de esas pelotas dio a parar «a una mujer que no tenía nada que ver» y cómo «otros lanzaban botellas». Agentes y jóvenes se acusaban ayer mutuamente de agresiones.

Hurtado respalda a la Policía

El alcalde de Granada, José Torres Hurtado, defendió la actuación policial en la improvisada fiesta azulgrana: «Hicieron lo que tenían que hacer, que era dispersar a las personas que estaban fuera de sí». Los detenidos (de entre 20 y 22 años) quedaron ayer tarde en libertad con cargos. Sólo uno de ellos no pudo declarar y tendrá que acudir hoy ante el juez. Uno de ellos, Antonio, aseguró a 20 minutos: «La Policía fue quien empezó todo».