El ministro de Justicia y cabeza de lista del PSOE por A Coruña al Congreso, Francisco Caamaño, ha criticado este lunes la actitud del PP, que, a su juicio, padece "un trastorno bipolar". Ha justificado esta afirmación en que esta formación estuvo "crispando y desquiciando" a la sociedad desde la oposición con cuestiones como el aborto, los aspectos territoriales y el terrorismo, pero sus dirigentes actúan ahora como "Madres Teresitas".

Lo ha dicho en un acto en la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad de Santiago de Compostela (USC), donde ha ironizado con que, a pocos días para que se celebren las elecciones, el PP "parece un partido moderado, conciliador e incluso federalista" y ha atribuido este "cambio" a que los populares se han puesto "el traje de camuflaje de campaña".

Ha seguido este hilo argumental para censurar que el PP prometa "un gobierno sin siglas" si alcanza La Moncloa. "Ahora parece que el PSOE es un partido radical", ha incidido, para apelar a la "responsabilidad política" de los partidos. En este punto, en medio de una reflexión sobre los modos de comunicación entre la sociedad y las fuerzas políticas y el papel de los medios de comunicación, ha abogado por que "todas" las formaciones hagan "autocrítica" sobre los mensajes que envían.

En lo que al PSOE se refiere, en el marco de Galicia, Caamaño ha prometido la creación de "una oficina" al estilo de "las democracias anglosajonas" para que los diputados y senadores de cada circunscripción reciban a los ciudadanos mediante un sistema de "cita previa", Serviría, a su entender, para visibilizar que los parlamentarios "no trabajan sólo dos días a la semana" cuando hay pleno.

Todo ello, dentro de un sistema de listas abiertas también a la Cámara baja, de modo que se "ventile un poco" dentro de las estructuras de los partidos y se potencie más "la relación" entre candidatos y ciudadanos.

Ley electoral

Preguntado por uno de los estudiantes que asistió al acto sobre la conveniencia de modificar la Ley Electoral para incluir mayor proporcionalidad, el titular de Justicia ha alertado de que "la regla una persona, un voto" provocaría que hubiese "territorios infrarrepresentados".

"Las elecciones no se hacen sin contar con la geografía", ha explicado, tras apuntar que la Loreg estipula que cada provincia tenga, al menos, dos escaños. Junto con esta "representación" territorial, la normativa permite también "dar estabilidad" al Gobierno a través de las fuerzas que lo sustentan e introducir "pluralidad", ya que "en el Congreso hay ocho grupos parlamentarios".

Por todo ello, ha concluido que "pocas" reformas se pueden hacer en la Ley Electoral, aunque ha admitido que puede "no ser el mejor sistema". "Pero no hay una varita mágica", ha señalado Caamaño, quien ha defendido que el sistema español es "homologable" a casi todos los existentes.

Se ha referido al sistema alemán para indicar que, si bien "es más proporcional", conlleva cambios en las circunscripciones en cada cita electoral para adaptar el número de votantes. "Con nuestra cultura democrática, ¿permitiríamos quitar una parte a la provincia de A Coruña para que pase a la de Lugo?", se ha preguntado, para evidenciar que se hablaría de "pucherazo o manipulación" si eso se produjese.

Dicho esto, y al hilo de la propuesta del PP de reducir el número de diputados y senadores, se ha mostrado partidario de incrementarlos "hasta 400" para aumentar "la pluralidad y la diversidad". "Creo que la representación popular no es costosa, hay que decir también que muchos concejales y alcaldes no cobran", ha destacado, criticando así el "populismo" y la "demagogia" del partido que lidera Mariano Rajoy con esta cuestión.

Cadena perpetua

No ha ceñido la crítica al PP por su "populismo" únicamente a esta cuestión, sino a sus propuestas para introducir la cadena perpetua revisable. "Les encanta el populismo punitivo", ha reprobado, censurando que se dedique a "exaltar pasiones" y ese "instinto básico" que lleva a pensar que "endurecer el Código Penal resuelve todo".

De hecho, ha aseverado que el sistema penal español es "bastante duro" en la actualidad y ha basado esta afirmación en "las bajas tasas de delincuencia" en este país y "la elevada población penitenciaria". También por el "principio de cumplimiento íntegro de las penas", algo "insólito" en la Eurozona.

Para ilustrar esta cuestión, ha recordado que el líder de un movimiento terrorista alemán condenado a "seis perpetuas" quedó en libertad a los 26 años por considerar el juez que había cumplido "el tiempo máximo de encarcelamiento que permite la dignidad humana".

Mientras tanto, en España, un delito de incendio forestal, cuando conlleva peligro para vidas humanas, puede suponer "hasta 20 años de prisión". "No sé si lo sabe Feijóo", ha lanzado, en alusión a la petición de la Xunta de aumentar las penas a incendiarios, para recomendar al presidente gallego que haga "política de prevención, cultural y de limpieza".

"diferencias" con el pp

Después de estas críticas al PP, Caamaño ha resaltado que existen "muchas diferencias" entre el PP y el PSOE. Entre ellas, ha citado las fórmulas para combatir la crisis y el desempleo. "Nosotros no proponemos abaratar el despido ni reducir los derechos de los trabajadores y no cuestionamos el papel de los sindicatos", ha enumerado, para advertir de que tampoco defienden los socialistas "bajar los impuestos".

Frente a estas medidas, su partido propone gravar "las grandes fortunas" y la actividad bancaria y reforzar la vigilancia del fraude fiscal, convencido de que "demasiados ajustes" conllevan "una asfixia de las posibilidades de crecimiento" del país. La recaudación serviría, de llegar Alfredo Pérez Rubalcaba a la Presidencia del Gobierno, para "subvencionar contratación de mano de obra".

Todo ello, dentro de una apuesta por sectores "competitivos" y que, pese a la situación económica general, "siguen teniendo beneficios", como las energías renovables y la tecnología, puesto que "la cultura del ladrillo no regresará".

Otras diferencias estriban en la concepción de lo público, ya que el PP defiende "una filosofía liberal" por la que "no culpa a los mercados de la crisis sino a la política" y los socialistas reivindican los servicios públicos. Y ante "ese discurso de descrédito", ha indicado que la "mala" coyuntura económica "no es por la ineficacia de los gestores públicos".

Aludiendo a la deuda española, ha apuntado que la deuda pública es únicamente el 23,8% del total —670.000 millones de euros—, mientras que casi la mitad se corresponde con el endeudamiento de las empresas —1,2 billones de euros— y otra parte sustancial, al de las familias —882.000 millones—. "La deuda pública es de las más bajas de la UE, pero la privada está por encima de la media", ha reseñado.

Debate electoral

Tras desgranar las propuestas socialistas, el ministro ha confiado en que el debate que se celebrará este mismo lunes entre Rajoy y Rubalcaba sirva para "ilustrar" a los españoles sobre "en quién se puede confiar y en quién no".

"Rubalcaba acreditó, desde diversas responsabilidades, su capacidad de trabajo y para lograr objetivos", ha destacado, para contraponer que el líder popular, que ocupó cargos en "casi todo", sólo se le recuerda "algún gesto" durante la catástrofe del Prestige. "Ese día trabajó algo, en el resto, que yo sepa, no hizo nada", ha juzgado.

También ha expresado que el debate —"ojalá hubiera muchos más", ha deseado— servirá para ver "quién tiene un programa de verdad y quién no" y ha retado a Rajoy a explicar cómo atenderá "los problemas de los que menos tienen" si baja los impuestos. "La socialdemocracia de más calor que las recetas de la derecha, que nos condujeron a esta situación", ha sentenciado.