José Merino afirma que el elginismo arrebata "la historia y razón de ser" a los edificios

El arquitecto y catedrático de la Universidad Politécnica de Madrid José Merino de Cáceres ha explicado que elginismo --un tipo de expolio-- arrebata "la historia y razón de ser" a los edificios. Así, los monumentos "desmembrados" y después trasladados "pierden su sentido", una vez separados de su contexto y de la "intención de uso" con que se diseñaron. Es un "sistema de destrucción del patrimonio", ha recordado Merino las palabras de Lord Byron.
El Arquitecto José Merino De Cáceres
El Arquitecto José Merino De Cáceres
EUROPA PRESS
El Arquitecto José Merino De Cáceres

En declaraciones a Europa Press, el arquitecto ha adelantado el contenido de la conferencia que pronunciará este sábado 5 de noviembre, titulada 'El elginismo en España', dentro de las décimo sextas 'Jornadas Internaciones de Intervención en el Patrimonio Histórico'.

El arquitecto ha explicado que el elginismo es un término derivado de las acciones de Lord Elgin, que "trasladó los mármoles del Partenón" desde Grecia a Gran Bretaña con "el pretexto" de darlos a conocer, en lo que fue "una gran operación comercial" allá por el año 1801.

En este sentido, Merino ha explicado la diferencia entre "los bienes muebles, como un cuadro, y los inmuebles, como un edificio". Mientras que los primeros no están asociados al entorno que los rodea —ni pensados para estar en dicho entorno, "en la mayoría de los casos"—, "los inmuebles tienen un solar" y su construcción "responde a una intención de uso y habitabilidad".

En definitiva, cada edificio tiene "un simbolismo" en el lugar en que se construye. "Tan importante es el edificio, como lo que representa, como lo que asume de historia, lo que ha ocurrido en ese solar", ha reivindicado.

A modo de ejemplo, se ha referido a como Calígula llevó obeliscos a Roma. "Éstos tenían un sentido en su lugar, porque están conmemorando algo, estaban significando algo", pero al trasladarlos pierden ese "sentido". Así, los edificios desmembrados y trasladados "han perdido su historia y no tienen razón de ser".

El monasterio de óvila

El arquitecto actualmente dirige la reconstrucción de la sala capitular del monasterio español de Óvila, vendido en 1929 al magnate de la prensa Randolph Hearst. El monumento fue "desmembrado" de su emplazamiento original en Guadalajara y trasladado en 16 barcos a Estados Unidos. Sin embargo, el magnate "se arruinó" en 1929 y "lo cedió" porque no podía pagar su almacenaje.

Tras muchas idas y venidas y tres proyectos fallidos de reconstrucción, un grupo de monjes trapenses de Vina (San Francisco) se hicieron con los restos del monumento —del que sólo se conservaban ya el 30 por ciento de las piezas de la sala capitular— e iniciaron la reconstrucción de dicha sala.

Merino ha aventurado que las obras podrían finalizar en 2012, aunque se han tenido que incorporar "nuevas piedras para sustituir las perdidas". Como curiosidad, ha explicado que los monjes de Vina elaboran vino con uva trempranillo —trajeron los esquejes de La Rioja— y también una cerveza denominada 'Monasterio de Óvila.

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