Las consecuencias en la economía real del plan anticrisis de la Unión Europea

  • La peor consecuencia: la limitación de los créditos, dicen los expertos.
  • La primera reacción: una inyección de confianza que hace subir las bolsas.
  • La duda persistente, cómo conseguir frenar el paro y el bajo crecimiento.
Un hombre usa su tarjeta de crédito en un cajero automático.
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EFE
Un hombre usa su tarjeta de crédito en un cajero automático.

Los jefes de Gobierno de la UE acordaron este jueves el tan ansiado plan para resolver la crisis del euro. Las cifras abruman –ampliación del Fondo de Rescate hasta un billón de euros, quita de la deuda griega del 50%...–, pero ¿cuáles serán sus consecuencias en la economía real?

Las entidades financieras tienen ocho meses para recapitalizarse y alcanzar una solvencia del 9%. Es decir, que para entonces en sus balances nueve de cada cien euros que posean han de ser de la máxima calidad y liquidez, para así tranquilizar a los mercados. En el caso de España, las cinco entidades consideradas ‘sistémicas’ (tan grandes que si quebraran pondrían en riesgo a todo el sistema bancario) necesitarán captar 26.162 millones de euros. Es el segundo país, tras Grecia, con mayores exigencias.

El banco con más presión es el Santander, que tendrá que aumentar su capital en al menos 14.971 millones de euros. El BBVA, por su parte, requerirá 7.087 millones, mientras que el Banco Popular –inmerso en la absorción del Pastor– necesita 2.362 millones para cumplir con las exigencias acordadas en Bruselas. Las dos entidades surgidas de las grandes cajas –Bankia y Caixabank– están obligadas a captar 1.140 y 602 millones de euros respectivamente.

¿De dónde saldrá el dinero?

Todas las entidades se mostraron confiadas en conseguir ese capital por sus propios medios y sin necesidad de recurrir al dinero público, con el que la Administración entraría en su accionariado: con ampliaciones de capital, echando mano de sus provisiones genéricas (fondos de reserva), computando sus bonos convertibles en acciones o reduciendo sus ‘riesgos de balance’; es decir, limitando la concesión de créditos.

Y es que la principal consecuencia del plan aprobado ayer será que el grifo del crédito estará aún más cerrado para empresas, familias y administraciones, opina Ramón Tamames, catedrático de Economía. Aunque las autoridades les han exigido que sigan prestando dinero y pese a que los cinco bancos españoles implicados no lo señalan abiertamente, los expertos consultados por 20 minutos tienen claro que los préstamos se van a endurecer mientras dure su saneamiento: "Si se exige más capital se traduce en presión en el crédito", indicaba este jueves Jaume Guardiola, consejero delegado del Banco Sabadell.

La cumbre europea parece haber calmado el miedo de los mercados –la Bolsa española celebró la medida con una subida del 4,96%– pero, según los expertos, "aún queda mucha tela por cortar. La recapitalización va a ser dura para las entidades y es probable que haya un impago de Grecia pese a la quita del 50% en sus obligaciones", señala el profesor Tamames.

Un problema sin tratar: el paro

Atenas podrá hacer frente a sus pagos más próximos, pero seguirá su agonía si no sale de la recesión. "Si aprietan demasiado a Grecia podría producirse una quiebra desordenada que contagiaría primero a Italia y posiblemente a España", puntualiza Robert Tornabell, profesor de finanzas de Esade. En su opinión, Bruselas no ha abordado el principal problema: el bajo crecimiento y el paro. "La política alemana de austeridad no contribuye a la creación de empleo y puede provocar una depresión en Europa", concluye.

Por otro lado, la ampliación del Fondo de Rescate Europeo hasta un billón de euros para cubrir a países como España e Italia satisfizo a los mercados: la prima de riesgo –el sobrecoste para financiarnos respecto a Alemania– registró la tercera mayor caída del año y se colocó en 312 puntos básicos.

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