El presidente del Cabildo de Tenerife, Ricardo Melchior, ha señalado que para que el servicio sanitario, ya sea público o privado, sea sostenible y eficaz depende de quienes lo prestan pero también de los que lo reciben, y será sostenible o no dependiendo de la responsabilidad en la prestación y también en la demanda de dicho servicio.

Así lo ha manifestado este mediodía en la sede central de CajaSiete, en Santa Cruz de Tenerife, durante el acto de clausura de la I Jornada Sanidad y Bienestar organizada por 'Diario de Avisos'.

Ricardo Melchior ha indicado que la celebración de esta jornada ha ofrecido una oportunidad de debatir sobre uno de los pilares básicos en los que se asienta el estado del bienestar: la sanidad, cuyas expectativas puestas por los ciudadanos resultan "siempre inagotables" por lo mucho que afecta a nuestro propio bienestar, igual que al del entorno más cercano.

En el caso concreto de Canarias, se mostró convencido de que la prestación prestada a todos los usuarios en cualquier centro sanitario "goza de una calidad contrastada gracias, entre otras cosas, a la solvencia y dedicación de los profesionales y a la gestión realizada por las administraciones competentes, todo ello a pesar de la insensibilidad del Gobierno del Estado, que nunca ha terminado de ponerse al día en el pago de la deuda con el archipiélago".

La fortaleza adquirida por el sistema canario de salud, en su opinión, no ha llegado a ser total, pues "ha de responder a unas expectativas inagotables, incluso en coyunturas adversas como la presente". "Esto nos obliga al ejercicio de una reflexión colectiva hasta alcanzar un posicionamiento común en el que todos tenemos responsabilidades que desempeñar, no sólo las administraciones y los profesionales, sino también los usuarios", agregó.

El presidente del Cabildo recordó que hace tiempo que se viene demandando un compromiso social para un mejor uso de un servicio público que por naturaleza siempre resultará insuficiente. "Ahora más que nunca dicho compromiso se convierte en algo imprescindible. Debemos de ser exigentes con nosotros mismos —profesionales y responsables públicos—, pero partiendo de esta premisa debemos igualmente hacer un esfuerzo para educar al usuario en su convivencia con el servicio que recibe porque sólo una correcta formación en el uso responsable y razonable de los recursos sanitarios hará posible la pervivencia de un sistema universal y sostenible", recalcó.

Melchior hizo hincapié en que la sanidad es pública pero no gratuita y su coste recae en las administraciones, que son a las que les toca gestionarla "de manera eficiente atendiendo a una demanda creciente", de ahí que se requiera "tenacidad y firmeza" en la reivindicación de una financiación ajustada a la realidad actual. "Ésta es la tarea de los responsables públicos, igual que la de los profesionales es obtener el mejor rendimiento posible de los recursos que tienen en sus manos y la de los usuarios la de sensibilizarse sobre el deber de utilizar el servicio sanitario teniendo presente que de ellos depende que los recursos se gasten o se malgasten", concluyó.