Sólo en los últimos cinco años, el Centro Politécnico Superior (CPS) ha perdido más de 500 alumnos (hay 3.700) y el índice de asignaturas aprobadas se sitúa en algunas titulaciones por debajo del 40% del total de créditos matriculados.

Es el caso de Industriales, donde los alumnos de primero aprueban una media de cuatro de cada diez asignaturas, Informática (el 37% del total), o Telecomunicaciones (el 31% del total matriculado). En Química aumenta hasta el 53%.

El alto índice de fracaso académico en el primer año de carrera se explica principalmente por el propio interés y dedicación de los estudiantes. Muchos de ellos afrontan el cambio del instituto a la universidad con falta de confianza, dejadez o incluso abandono.

Entre el 10 y el 15% de los que inician una ingeniería superior dejan estos estudios antes de acabar el primer año (suelen irse a una técnica) y cada vez son más los que se presentan sólo a una parte de los exámenes porque no pueden con todo, según explican responsables del CPS.

Sin embargo, los que sí optan por estudiar obtienen unos resultados académicos similares a la media del resto de carreras (aprueban entre el 50 y el 70% de los que sí se presentan a los exámenes).

Alto índice de colocación al terminar

Las ingenierías superiores son de las carreras que mayor índice de ocupación laboral ostentan. En la mayoría de los casos, los licenciados logran su primer puesto de trabajo a lo largo del año siguiente de haber terminado la carrera. Sin embargo, el índice de los que no acaban sus estudios es muy alto. Entre el 30% y el 40% de los que empiezan no consiguen su título final (según los datos que maneja el colectivo EDU), la mayoría porque abandona o porque consigue trabajo antes de finalizar su proyecto de fin de carrera.