Una campus universitario vacío y un parque son el 'centro de operaciones' de los centenares de miembros del 15-M que estos días se concentran en Bruselas, procedentes de países como Italia, Reino Unido, Portugal, Francia y España.

"Pasamos la mayor parte del tiempo en el parque Elisabeth", explica Carmen, una joven gallega de 22 años que llegó hasta la capital belga caminando desde Madrid en una de las 'marchas indignadas'. "Organizamos muchas actividades cada día, como charlas sobre economía y servicios sociales, conferencias y asambleas populares", explica.

Cuando el tiempo es menos favorable, estas actividades se trasladan al interior de la Universidad Kub, a su campus de Koekelberg, situado junto a esta zona verde. "Nos han cedido este espacio temporalmente, incluido el agua y la luz", asegura Carmen.

Durante el día, se han organizado en grupos de trabajo para mantener el edificio limpio y han creado turnos para ocuparse de la cocina. "Utilizamos la cafetería para hacer la comida que nos trae la gente o que conseguimos nosotros mismos", describe esta estudiante.

"Ahora tenemos un problema con los baños de una de las zonas del campus, se han estropeado y esperamos solucionarlo pronto", continúa. Para dormir, utilizan sus propios sacos y tiendas de campaña, con las que trataron de acampar el pasado sábado sin éxito en el parque Elisabeth.

Además de talleres explicativos como el de "Orígenes y deuda de las crisis" o "Economía y sentido de la vida", esta semana las actividades se centran principalmente en organizar la jornada del sábado, 15 de octubre, con más de 300 convocatorias en 45 países diferentes.

"En Bruselas estamos preparando una manifestación que recorrerá gran parte de la ciudad", explica Carmen. "Estamos tratando de que la convocatoria llegue a todo el mundo, tenemos varios grupos de difusión por las calles de Bruselas", asegura. "Queremos que este 15 de octubre todo el mundo se eche a la calle", afirma Carmen.