"Quedan uno o dos escaloncitos y toda esta cuestión tan absurda y estrafalaria habrá pasado". Así se refería en julio de 2009 al caso de los trajes, la derivación valenciana de la trama Gürtel, el expresidente de la Generalitat Valenciana, Francisco Camps.

Dos años después, y tras haber dimitido acosado judicialmente por esta cuestión, se puede decir que ya ha subido ese último peldaño y ha llegado al fin de su particular escalera: el señalamiento del juicio oral en el que tanto él como Ricardo Costa se sentarán en el banquillo acusados de un delito de cohecho impropio por aceptar presuntamente trajes de la red corrupta.

El magistrado que preside el Tribunal del Jurado encargado de preparar el proceso, Juan Climent, ha dictado un auto en el que desestima todas las alegaciones de las defensas previas al juicio. El principal clavo ardiendo al que todavía se agarraba la defensa de Camps era la petición para que fuera juzgado por el Tribunal Supremo.

Entregadas en Valencia

Los razonamientos jurídicos para rechazar la competencia del Supremo se sustentan, según el juez, en que las prendas fueron entregadas en Valencia, como declararon tanto la acusación como el propio Francisco Camps en la fase de instrucción, tal y como recuerda Climent. Así, el presunto delito se habría cometido en la Comunitat Valenciana y sería competencia del TSJ, y no en Madrid, como esgrimió a última hora, pese a negar que se cometiera, el abogado de Camps.

El auto también desestima el resto de alegaciones de Camps, como la posible "vulneración de derechos fundamentales" al estimar que el auto de apertura de juicio oral del magistrado José Flors no decía qué prendas había recibido ni dejaba claro que las recibiera por su "función pública", extremos que Climent rechaza.

Tras esta resolución, solo queda señalar el día para la vista del juicio, que podría celebrarse en un mes y medio.

Solo acepta una petición del fiscal

El magistrado Juan Climent solo estima la petición del fiscal de incluir en el conjunto de las pruebas una transferencia bancaria de 348 euros entre las empresas Orange Market y Forever Young, de la trama Gürtel, sobre el pago de cuatro corbatas a Camps. Además, rechaza la petición de nulidad del juicio hecha por Ricardo Costa.