La presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, ha adelantado este lunes que ha recibido un comunicado por parte de las autoridades comunitarias "poniendo pegas" a la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) del último de los proyectos de la autovía Toledo-Ciudad Real enviados por la Junta de Comunidades cuando gobernaba José María Barreda.

En rueda de prensa, tras reunirse con la alcaldesa de Ciudad Real, Rosa Romero, Cospedal ha señalado que habrá que "mirar cuál es el trazado".

En concreto, la opción elegida para la autovía tenía un trazado que aprovechaba 52 kilómetros de la autovía de Los Viñedos, entre Toledo y Consuegra y en este punto seguía por Urda y Malagón, hasta alcanzar la A-43 en Ciudad Real.

Dicho esto, la responsable autonómica ha aseverado que esta autovía es "una prioridad absoluta" en materia de infraestructuras de su Gobierno, y ha aclarado que, aunque la Junta ha tenido que paralizar todas las inversiones nuevas, se ha comprometido a pedir al Gobierno de España "que ese proyecto de infraestructura sea una prioridad".

De lo contrario, ha adelantado que, a través de la iniciativa pública-privada, la Junta pondrá en marcha en la segunda mitad de la legislatura este proyecto, "cuando hayamos conseguido el equilibrio económico que necesita la región" bien sea "como autovía, autopista o con el método de colaboración financiera que sea posible, público o privada".

Riqueza y empleo

María Dolores de Cospedal ha advertido de que proyectos como este "son fundamentales para el desarrollo económico y la creación de riqueza y empleo" y que esta conexión viaria en concreto "es absolutamente fundamental para los intereses económicos de la ciudad, la provincia y Castilla-La Mancha".

Por su parte, la alcaldesa de Ciudad Real, Rosa Romero, ha valorado que Cospedal haya mostrado una "acogida" tan receptiva a su demanda de apoyo a esta infraestructura "tan olvidada por el Gobierno regional anterior".