La futura ley reguladora de la política industrial de Galicia ha salvado con los votos de la mayoría del PPdeG las enmiendas de devolución presentadas por los grupos de la oposición —PSdeG y BNG—, quienes lanzaron advertencias de liberalización del suelo que llevaron al socialista José Luis Méndez Romeu a tachar el texto de "temerario".

Sin embargo, el conselleiro de Economía e Industria, Javier Guerra, sacó pecho del texto legislativo como pionero en el Estado en adaptarse a las normativas europeas estableciendo la declaración responsable como trámite para implantar una industria y asegurando que esta normativa permitirá hacer de Galicia "una tierra amable para invertir".

Entre otras virtudes que reivindicó Guerra sobre el texto, se encuentra la potenciación de los clústeres y la idea de fomentar la creación de pequeñas y medianas empresas exportadoras, junto con la creación del Consello Galego da Industria, en el que colaborarán los agentes públicos y privados.

Además, el titular de Economía e Industria hizo hincapié en que la ley tiene tres objetivos marco, que son la innovación, internacionalización y mejora de l competitividad, y ha definido en "tres palabras" la normativa "realismo, eficacia y austeridad". "Esta ley es ejecutable, sostenible, eficaz y estable en un ámbito temporal", ha descrito.

Cese del conselleiro

"No queda un metro cuadrado en Galicia donde no se pueda construir", advirtió el diputado nacionalista Fernando Branco Parga, quien señaló como puntos donde se puede instalar una industria la playa de las Catedrales, el Courel o la propia Praza do Obradoiro. "Y esto lo hace cuando hay parques vacíos en Galicia", ha apostillado.

En esta línea, el socialista Méndez Romeu ha reprochado que "entre tanta burocracia se hace 'tábula rasa' después de pedir "consenso" sobre el territorio. Sin embargo, ha avisado, "va a ser el conselleiro el que resuelva" las licencias, algo "sorprendente y arriesgada innovación".

"Sólo el ceso del conselleiro y un cambio de rumbo podrían recuperar el tiempo perdido, si todo está en este texto, el presidente debería revisar el perfil de los conselleiros", ha espetado Méndez Romeu, quien ha avisado de que una normativa planificadora de por sí no va a atraer empresas y ha asegurado que "hay que remontarse al franquismo" para encontrar "tal confianza en planes de desarrollo".

Para Méndez Romeu, es "temerario" dejar en la "la libérrima voluntad del conselleiro autorizar por encima" de cualquier otra normativa, y ha considerado ello, y que el resto del texto es "irrelevante", motivos para pedir la devolución de la ley al Gobierno. De no ser "capaz de hacer algo tan sencillo", ha apostillado, "presente su dimisión".

Bienvenido míster marshall

"Americanos, os recibimos con alegría", entonó Branco Parga irónicamente para ilustrar la que es , a su juicio, la actitud del Gobierno gallego con esta ley, en relación a que el conselleiro ofrece a Galicia como en un "bienvenido míster Marshall" ofreciendo la tierra "sin nada a cambio".

Branco Parga ha advertido al conselleiro de que Galicia "no tiene inspectores industriales", por lo que se ha preguntado quién verificará las declaraciones responsables sobre los proyectos, y ha lamentado que "no se mencionan los recursos endógenos del país" y "no planifican".

Además, también ha reprochado que el texto no "habla de deslocalizaciones", y por lo tanto, obvia el "valor añadido" de que los centros de decisión se queden en el territorio. Sobre el Consello de Política Industrial, ha manifestado que se "crea un consejo que es un desbarre ideológico".

"habla de galicia en el mundo"

"Ésta es una ley de anticipación del escenario de futuro, con una visión de las limitaciones de Galicia", ha considerado el popular Pedro Arias, quien ha subrayado que "habla de Galicia en el mundo".

Pero Arias ha justificado el rechazo a las enmiendas de totalidad porque el Parlamento "tiene todos los mecanismos de control permanente" y en el proceso de elaboración del texto "se consultaron todos los interesados".