El exgerente de la Empresa Metropolitana de Aguas Residuales de Valencia S.A. (Emarsa), Esteban Cuesta, ha afirmado este viernes ante el titular del juzgado de Instrucción número 15 de Valencia, encargado de investigar el presunto fraude en la gestión de la depuradora de Pinedo, que él se limitaba a seguir las instrucciones del expresidente de la Entidad Metropolitana de Recursos Hidráulicos (Emshi), Enrique Crespo —entidad propietaria de Emarsa—, y que solo comprobaba la realización de algunos de los trabajos.

Cuesta ha llegado a los juzgados pasadas las 9 horas, y ha estado prestando declaración durante aproximadamente cinco horas. En este tiempo, tan solo ha podido responder a las preguntas realizadas por el magistrado, lo que ha obligado a fijar otra nueva fecha de declaración para el lunes, día 10, a las 9.15 horas.

Esteban Cuesta ha sido el primero de los nueve imputados en esta causa abierta por delitos de estafa, malversación y delitos societarios en estar citado para prestar declaración. El origen del procedimiento fue una denuncia del PSPV en la Emshi en octubre de 2010, quien denunció que Emarsa acumulaba un déficit de al menos 16 millones de euros, además de contratos no justificados por valor de unos 32 millones.

El exgerente ha tenido que responder este viernes a la forma de contratación, a la supervisión de los trabajos y a su relación con diferentes empresarios que realizaron supuestamente obras en la depuradora. También se le han ido exhibiendo diferentes facturas y contratos para comprobar las firmas y los cuños.

Asimismo, respecto al papel que jugaba en este caso otro de los imputados, el exdirector financiero de Emarsa, Enrique Arnal, ha señalado que no era el que contrataba, ni el que recepcionaba mercancías ni el que firmaba los presupuestos. Sino que lo que hacía era comprobar la correspondencia entre los albaranes, los presupuestos y la factura, y luego se lo pasaba para firmarlo.

Por otro lado, al ser preguntado en diferentes ocasiones por los motivos por los que contrató a algunas empresas, ha respondido que todo eso lo sabía su jefe —Crespo, a quien se le informaba de los contratos realizados, y luego daba indicaciones. También ha comentado que mantenía una media de seis reuniones al mes con él, y que de lo único que no le informaba era de pequeñas cantidades como de la factura de telefonía. Ha señalado que le pedía instrucciones y luego las seguía.

En esta línea, Cuesta, quien ha aclarado que comenzó su trabajo en Emarsa en julio de 2004 por su relación con Crespo, quien pertenecía a su mismo partido político —el PP—, ha indicado que todos los contratos y facturas iban a las cuentas generales para su auditoría, y que cuando éstas se aprobaban, se las mandaban a los representantes de los partidos políticos del consejo.

También ha indicado que a veces controlaba o supervisaba la realización de los trabajos realizados, aunque ha indicado que para ello había un departamento que controlaba la obra, la aportación del material y la obra bien hecha. En concreto, se ha referido al departamento de mantenimiento o al de explotación. CONTRATOS

Asimismo, el exgerente ha tenido que responder a los contratos y obras realizados por algunas empresas como Construcciones y Reformas Rocafort S.L. Al ser interpelado por la forma en la que se contrataba a empresas externas para realizar trabajos en la depuradora, ha explicado que normalmente a través del departamento de administración, y ha añadido que tenían una condición para la contratación, y era que pagaban un año después de realizar el servicio.

Ha afirmado que se eligió a Construcciones por hacer la oferta más baja. Sobre esta entidad, preguntado por el encargo de pintura de la fachada exterior de un edificio de cara vista, ha indicado que existía otro edificio en la

Edar ii, que era como si fuera un mármol, que no sabe si se le habría dado una mano de pintura.

En cuanto a la empresa Mantenimientos Valmasmark S.L. —que según el PSPV nunca ha trabajado en Emarsa— ha explicado que fue contratada para cubrir las necesidades de determinados servicios de mantenimiento. También ha indicado respecto a la superposición de contratos con idéntico objetivo de las empresas Valmasmark y Construcciones, que unos iban por la mañana y otros por la tarde.

Por otro lado, respecto a las entidades Sofitec Informática y Microprocesadores Valencia, ha manifestado que la primera se dedicaba a componentes, y la segunda al mantenimiento. También ha dicho que se suministraron 164 teclados de ordenador en seis meses porque harían falta. El mismo motivo ha alegado para el suministro de otros 71 discos duros internos y 41 externos. A pesar de estas cifras, en la entidad había sólo unos 50 ó 70 puestos informáticos.

Cuesta también ha sido preguntado por la facturación de 300.000 euros por parte de una agencia de viajes durante los años 2006 y 2010 y ha explicado que la depuradora formaba parte del comité de organización de Ecofira, y como tal ha dicho que todos los viajes y desplazamientos a ferias a nivel nacional eran necesarios por temas administrativos de la empresa.