El ministro de Justicia, Francisco Caamaño, ha manifestado que las declaraciones del fiscal superior del País Vasco, Juan Calparsoro, en las que aseguró que la Justicia sería "generosa" si la banda terrorista se disuelve, hay que entenderlas "dentro de la aplicación de la ley".

Por otra parte, ha vuelto a exigir que ETA deje las armas para ver si dentro de la ley puede "trabajarse", en relación al posible acercamiento de presos etarras al País Vasco.

Preguntado por las manifestaciones del fiscal superior del País Vasco, Caamaño ha reconocido que este tipo declaraciones "son siempre interpretadas desde diversas ópticas", pero ha insistido en que deben entenderse "dentro de la aplicación de la ley".

Además, ha vuelto a condicionar cualquier decisión en relación con los presos etarras al abandono de las armas por parte de ETA y ha señalado que ese día se abrirá "un escenario donde respetando derechos de las víctimas, las sentencias y el contenido de la ley podrá trabajarse".

Posicionamiento de la fiscalia

Por su parte, el fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, ha coincidido en que, antes de entrar a valorar esta cuestión, ETA debe anunciar "lo más rápidamente posible su disolución definitiva" y los terroristas presos "pedir perdón a las víctimas, arrepentirse y asumir las consecuencias de sus actos".

Conde-Pumpido ha insistido también en que "cuando pidan perdón, se arrepientan y ETA se haya disuelto" se aplicará "la legalidad vigente, que tiene en cuenta estas circunstancias", ha apuntado en referencia a las peticiones de acercamiento de presos.

Ambos han realizado estas manifestaciones coincidiendo con su presencia en la clausura del curso sobre 'El nuevo modelo del proceso penal' en la Escuela del Ministerio Fiscal, en Bergondo (A Coruña).