El presidente de la Confederación de Empresarios de Pontevedra (CEP), José Manuel Fernández Alvariño, ha reconocido este jueves que el asunto de las elevadas indemnizaciones a altos cargos que salieron de Novacaixagalicia está proyectando una imagen "totalmente negativa", al tiempo que ha mantenido que el responsable es "el Banco de España" puesto que es el que "estaba tutelando".

"No se puede decir ahora empezaremos a vigilar. ¿Y quién vigilaba hasta ahora?", ha censurado en declaraciones a los medios el presidente de la patronal pontevedresa, quien ha eludido pronunciarse sobre las indemnizaciones, afirmando que no entra en el tema de quien tiene "un contrato laboral con unos derechos consolidados".

En todo caso, ha afirmado que lo que le da pena es "haber perdido valores humanos importantes de esa caja, que fueron los que lideraron la fusión —de Caixanova y Caixa Galicia—". VALORACIÓN

Sobre la valoración de la caja que el Banco de España realizó la semana pasada, Alvariño ha estimado que era "la crónica de una valoración anunciada" y que es "escasísima". A su juicio, no tiene en cuenta al equipo humano ni el "capital gallego invertido ahí".

Además, afirma que el hecho de que la entidad se haya nacionalizado —el FROB entra con un 93 por ciento— "no deja de ser un lastre para cualquier posible inversor". Por ello, considera que la situación es "complicada", si bien ha manifestado su confianza en el trabajo del equipo humano de NCG Banco para seguir adelante.

Con respecto al grupo de posibles inversores para NCG Banco que él lidera, ha destacado que "a día de ayer, se sigue estando en ese tema".

En todo caso, ha recordado, que "ahora no son buenos momentos" ya que "decirle a un señor que la caja valía 1.700 millones y que el Banco de España valoró en 181 millones al posible inversor le da un poco de temor".

Alvariño afirma que "a partir de febrero" —en alusión a las nuevas condiciones de 'core capital' impuestas a las cajas— las cosas "fueron a negativo", cuestión de la que también ha responsabilizado al Banco de España. "¿Qué credibilidad hay ante un posible inversor?", se ha preguntado ante el "cambio en las reglas de juego". Por ello, ha advertido de que cualquier inversor "se lo va a pensar muy mucho".