Dicho así, suena un tilín kamikaze. Sobre todo, porque Ruiz Vivo pasa por ser la mano derecha de Valcárcel. Lo peor del patriotismo desmedido no es que estemos ante la crónica de una muerte anunciada. Lo tenebroso son los detalles. Ruiz Vivo se habría cortado el dedo corazón. Eso es coraje y murcianía.Imaginaos a Ruiz Vivo, cuchillo en mano, con el botón rojo delante, a punto de pulsarlo, va y ¡zass! se pega un tajo y se destroza la mano en el Congreso. Tal y como están las cosas, me da que vamos a regar con sangre los campos de brócoli y alcachofas. Es nuestra definición de riego de socorro. Cuentan que el único cubano que ha ido al cosmos regresó con cardenales en las manos. Era de los manotazos que le daban los rusos, que no le dejaban tocar el cuadro de mandos. Menos mal que el morenazo no viajó con Ruiz Vivo, si no, le habría animado a amputarse las manos.