Más de medio millar de personas se han concentrado este lunes en la plaza Cataluña de Barcelona, convocados por el movimiento 15-M, para exigir que los detenidos por su presunta implicación en el acoso a parlamentarios queden libres, sin cargos y no sean condenados a prisión por ello.

Los mossos d'esquadra han detenido al menos a cuatro de las 22 personas que identificaron por los incidentes registrados el 15 de junio pasado en el Parlament de Cataluña, les han trasladado a comisaría y les han interrogado, antes de entregarles una citación para acudir a declarar el jueves a la Audiencia Nacional y dejarles en libertad.

Los manifestantes han mostrado el rechazo a estas detenciones y el apoyo a sus compañeros, y han denunciado que no se trata de un proceso judicial, sino de una "operación política represiva" contra todo el movimiento del 15-M.

Los concentrados han gritado consignas como "Yo también estaba en el Parlament" y "Si nos tocan a uno, nos tocan a todos", y han pedido reiteradamente la dimisión del presidente de la Generalitat, Artur Mas, y el conseller de Interior, Felip Puig.

En la misma línea se ha expresado Andreu García, abogado y miembro de la comisión jurídica del movimiento de los 'indignados', que ha explicado a los medios que desde la comisión se dará todo el apoyo técnico a los detenidos. "Los actos de hoy son una persecución política -ha dicho-, además de que las detenciones son innecesarias, ya que han sido de cara a la galería y podrían haberse resuelto con una citación judicial". García también ha señalado que, a diferencia de lo ocurrido ahora, la mayoría de los procesos judiciales por la acción policial del 27 de mayo en plaza de Cataluña han sido archivados, por lo que el movimiento presentará una querella colectiva contra Puig y los responsables del operativo policial de este lunes.

Los concentrados se han manifestado por las Ramblas, donde la Guardia Urbana ha cortado el tráfico, mientras que varios furgones de agentes antidisturbios de los mossos d'esquadra han seguido la manifestación para controlar su desarrollo.

Poco después, unos 200 participantes celebraron una asamblea y decidieron convocar nuevas manifestaciones en contra de los arrestos. La asamblea también ha propuesto que, de forma voluntaria, los ciudadanos se dirijan a la comisaria de los mossos para autoinculparse por el acoso al Parlament en un gesto de solidaridad con los detenidos hasta el momento.