Los representantes de CC.OO. y UGT en Galicia han reclamado a la Xunta que "blinde" la obra social de Novacaixagalicia (NCG) ante "el peligro de que desaparezca" y, antes de conocer los datos definitivos sobre la participación de la caja gallega en la nueva entidad, han exigido que se "preserven" los activos invertidos por los gallegos "a lo largo de los años", y que han generado un patrimonio que también consideran "en peligro".

Así, los secretarios generales de CC.OO., Xosé Manuel Sánchez Aguión, y UGT-Galicia, Xosé Antonio Gómez Gómez, han manifestado su preocupación porque "no hay ningún tipo de garantía" concreta sobre la permanencia de la obra social en Galicia, a pesar de que el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, asegurase esta semana que la autorización del Ejecutivo a la nueva entidad consta "un compromiso por escrito" con Galicia.

Las centrales sindicales han afirmado que intentarán "salvar los muebles", pese a las malas expectativas en cuanto a la relación del nuevo banco con Galicia, que consideran fruto de la "desunión" de las formaciones políticas gallegas en la constitución de la entidad y de que el Banco de España "cambiase las reglas de juego en medio del partido".

Ahora que, —según advierten— "manda el FROB", el principal objetivo de los sindicatos es que "al menos se garantice" el capital invertido por los gallegos y la permanencia de la obra social, cuya desaparición significaría la pérdida de 325 empleos "después de la sangría" que redujo la plantilla en 1.200 trabajadores.

Además de la pérdida de empleo, han alertado de las consecuencias negativas de que la obra social "acabe en manos" de un grupo "de no se sabe dónde", puesto que sus intereses "no tendrían nada que ver" con Galicia, lo que dificultaría el "compromiso" pactado.