Una ecuatoriana de 30 años con uno de residencia en Catalunya llega a la consulta: «Quiero cuidar-me», dice, ante lo que el médico «hace cinco o seis años le podría haber recomendado una dieta mediterránea o ejercicio», explica Anna Aguilar de la Societat Catalana de Medicina Familiar (SMFiC). Pero el consejo médico no satisfacía porque en realidad la mujer reclamaba anticonceptivos. Y es que la confusión lingüística es uno de los problemas más grandes con el que médicos y pacientes extranjeros deben torear a falta de intérpretes y mediadores.
La SMFiC organizó ayer talleres para ayudar a los facultativos a resolver dudas con estos pacientes. Los profesores insistían que «por lo general son personas sanas», aunque con el desarraigo familiar y cultural de su nueva situación, pueden llegar a somatizar su inadaptación o pena en cefaleas, dolores abdominales o incluso impotencia sexual.
La SMFiC organizó ayer talleres para ayudar a los facultativos a resolver dudas con estos pacientes. Los profesores insistían que «por lo general son personas sanas», aunque con el desarraigo familiar y cultural de su nueva situación, pueden llegar a somatizar su inadaptación o pena en cefaleas, dolores abdominales o incluso impotencia sexual.
«Por eso es importante hacer una buena primera entrevista», apunta Aguilar. Así hay que preguntar por el país de origen, la ruta migratoria seguida o el trabajo actual, claves para optar por una vacuna u otra.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios