La factura de la luz no va a subir en lo que queda de año, según han confirmado fuentes del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio a 20minutos.es.

Tras la subida del coste de la energía de un 10% producida este martes en la subasta de electricidad entre comercializadoras, el Gobierno ha optado en esta revision trimestral por disminuir los denominados peajes de acceso, el otro componente del recibo de la luz que pagan los consumidores, con los que se pagan conceptos regulados como el uso de redes o las primas que reciben las renovables.

La Tarifa de Ultimo Recurso (TUR), a la que están acogidos la mayoría de los consumidores domésticos, por tanto, quedará congelada y no se encarecerá, como preveían algunos expertos consultados, hasta un 6%.

El recibo de la luz se compone de dos elementos, el coste de la energía, que se fija mediante subastas en el mercado eléctrico, y los peajes de acceso, con los que se pagan conceptos regulados como el uso de redes o las primas que reciben las renovables. El viernes se publicará la orden ministerial con los detalles que permiten diferir estos costes

Según el Gobierno, la rebaja de los peajes -que inicialmente había propuesto congelar- para este trimestre no afectará a la generación del déficit de tarifa, desfase que se produce al ser los ingresos vía recibo de la luz insuficientes para cubrir los costes del sistema.

El déficit tarifario, reconocido como deuda a las eléctricas y que deberán pagar los consumidores con los correspondientes intereses, suma ya 22.000 millones de euros y se está colocando en el mercado a través del Fondo de Amortización del Déficit Eléctrico (FADE).

Con esta decisión de congelar la factura eléctrica en el último trimestre, se cierra un año en el que se han aprobado dos subidas de la luz, del 9,8 % en enero y del 1,5 % en junio, y se ha decido congelarlas en otra ocasión, en la revisión de abril.

En abril, la caída del término de energía permitió elevar un 10,7 % los peajes de acceso. Junto a esto, el Gobierno ha tomado una serie de medidas para ir aliviando la generación del déficit de tarifa, fundamentalmente en lo referente a las primas que se pagan a las renovables.