Fiscalía propone la creación de un voluntariado para preservar y colaborar en el inventario del patrimonio eclesiástico

La Fiscalía Superior de Galicia ha solicitado este lunes al Arzobispado de Santiago que sea la "institución promotora" de un 'Voluntariado para el Patrimonio Cultural en las diócesis de Galicia', que colabore en la preservación y la realización de un inventario de los bienes culturales de las iglesias gallegas.

La Fiscalía Superior de Galicia ha solicitado este lunes al Arzobispado de Santiago que sea la "institución promotora" de un 'Voluntariado para el Patrimonio Cultural en las diócesis de Galicia', que colabore en la preservación y la realización de un inventario de los bienes culturales de las iglesias gallegas.

Así lo ha propuesto el fiscal jefe de Galicia, Carlos Varela, en la segunda reunión de la Comisión Iglesia Segura-Patrimonio Protegido, que ha tenido lugar este lunes, y en la que ha participado también el conselleiro de Cultura, Roberto Varela, y el arzobispo de Santiago, Julián Barrio.

En el documento que la Fiscalía ha propuesto en la reunión se recoge la necesidad de aprovechar la "excelente oportunidad" que brinda la masa de voluntarios existente en Galicia, donde se estima que el 17 por ciento de la población participa o ha participado en alguna acción voluntaria.

Ante esto, el Arzobispado de Santiago, a través de su Departamento de Bienes Culturales, "asume el correspondiente compromiso" de movilizar este trabajo voluntario dentro del Programa Iglesia Segura, para lo que se constituirá en "institución promotora" del Voluntariado para el Patrimonio Cultural.

Este voluntariado, que se estructurará territorialmente a partir de las parroquias, tendrá como finalidad preservar los edificios, imágenes, documentación y joyas litúrgicas que conforman el patrimonio histórico-artístico de la iglesia en Galicia. La formación de este voluntariado, por su parte, partirá de un "compromiso conjunto" entre Xunta de Galicia e Iglesia Católica. VOLUNTARIOS

Podrán ejercer la actividad de voluntariado los ciudadanos mayores de edad que muestren "disponibilidad y motivación" a tal efecto, mientras que la experiencia y formación relacionadas con la tarea a realizar podrán constituir condiciones preferenciales en el proceso de selección.

Los voluntarios de patrimonio cultural podrán desarrollar sus labores en áreas como el inventariado y catalogación de bienes, la digitalización de fondos fotográficos y documentales, el apoyo a la conservación preventiva, el apoyo al archivo documental y otras funciones relacionadas con el patrimonio eclesiástico.

Sin embargo, dada la dificultad del proceso de catalogación-inventariado, se contará para este proceso con un concurso de expertos que actuarán en cada parroquia apoyados por un equipo de voluntarios.

Dentro del proceso de catalogación, la Fiscalía ha vuelto ha hacer hincapié en la importancia del registro fotográfico de estos bienes, así como de su entorno, y de la conformación de una base de datos para una "gestión interesante, científica, útil y pedagógica".

"De esta base de datos saldrán catálogos con diversas finalidades: divulgación, seguridad, estudio e investigación, pedagogía cultural, educación, actuación pastoral, etc, que permitirán interacción, hasta el punto de ir creando lo que hoy e acostumbra a llamar 'museo difundido'", recoge el texto de la Fiscalía.

Problemas de seguridad

Dentro del Proyecto Iglesia Segura, la Fiscalía ha evidenciado que la "mayor incidencia de robos" y hurtos en las iglesias gallegas "sucede durante el día, por insuficiente o inexistente vigilancia". En particular, ha señalado la existencia de piezas "fácilmente accesibles" y de robos durante "obras de construcción o rehabilitación".

Durante la noche, se producen robos por intrusión a través de puertas o ventanas o con escaleras a través de los tejados. Asimismo, se tiene noticia de desaparición de piezas tras un periodo de restauración —durante el que se cambian las reales por copias—. Finalmente, existen también casos de intrusos que se esconden durante el periodo de apertura de las iglesias y se quedan hasta después del cierre.

Ante esto, la Fiscalía apuesta por la introducción, en la medida de lo posible, de equipos de seguridad, así como de trabajar en la "organización" con la constitución de un inventariado de los bienes, el correcto control de las llaves, las labores de vigilancia y el control de acceso a los bienes.

Para la Fiscalía, una iglesia abierta debería tener al menos una o, preferentemente dos, personas de vigilancia. Asimismo, durante la noche, los vigilantes deberán realizar una verificación de las existencias, comprobar que puertas y ventanas están cerradas, inspeccionar la presencia de ladrones escondidos y realizar rondas, entre otras cuestiones.

Asimismo, el organismo judicial recomienda que se restrinja y controle el acceso a los bienes patrimoniales, con la existencia de límites en el acceso a determinadas zonas, cajas de seguridad, exposición de réplicas o barreras de defensa.

Finalmente, tras el hurto, la Fiscalía recomienda no mover nada que pudiese haber sido tocado por los asaltantes, comunicarle los hechos inmediatamente a la Policía o Guardia Civil y proporcionar todos los datos y registros de las piezas sustraídas para lograr su localización.

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