El líder del PP, Mariano Rajoy, ha hecho una llamada al esfuerzo común para "superar el pasado" en la nueva etapa que se abre con la convocatoria de las elecciones y para afrontar "una herencia muy difícil de gestionar".

Así, Rajoy ha asegurado que convoca a todos los españoles a un "proyecto nacional" para crear empleo y afirma que para él no hay tarea más ilusionante que sacar a España de la crisis. En su opinión, termina una Legislatura en la que han sucedido muchas cosas que "de ninguna manera se pueden volver a repetir y que han perjudicado a muchos españoles".

El presidente de los populares ha comparecido ante los medios de comunicación poco después de la declaración institucional del Presidente del Gobierno, que ha firmado el decreto de disolución de las Cortes y de convocatoria del 20-N.

El presidente del PP ha insistido en que el objetivo central es la creación de empleo, ha recalcado que hay que acabar "con el tiempo de las ocurrencias y las improvisaciones" y ha garantizado que, si vence el 20-N, gobernará "desde el centro, la moderación y el diálogo".

Rajoy ha asegurado, por otra parte, que aún no ha decidido quién de su partido ocupará el número dos en la lista por Madrid y tampoco quién ocupará el cargo de ministro de Economía. A la pregunta de quién va a ser el número dos por Madrid, Rajoy ha dicho que quería ser "franco" y no lo podía decir, entre otras razones porque no lo tiene decidido.

A la afirmación de un periodista que ha entendido que si Rajoy no ha decidido quién será el segundo de la lista, tampoco sabrá quién ocupará la cartera de Economía, si el PP llega a gobernar, Rajoy ha dicho: "por supuesto".

Por otro lado, el líder del PP no aprecia "cambios sustanciales" en el anuncio de los presos de ETA de adherirse al Acuerdo de Gernika para pedir un alto el fuego a la banda, y ha dejado claro que lo único que espera es la disolución de la banda terrorista. Rajoy ha compartido las manifestaciones del fiscal general del Estado, Cándido Conde Pumpido, quien calificó de "intolerable" el comunicado de los presos.

No ve Rajoy "un cambio sustancial" en ese anuncio ya que, a su juicio, lo "decisivo" es un comunicado de ETA "diciendo que se disuelven y dejan de ser una organización criminal". Para Rajoy, "cuando alguien se erige en juez de los demás y les priva de sus libertades y derechos fundamentales, ese alguien es el que tiene que moverse anunciando que deja de hacerlo y disolviéndose".

Mientras esto se produce, ha continuado el presidente del PP, el Gobierno, los demócratas y la sociedad española "lo que tienen que hacer es actuar como hasta ahora". "Lo relevante, lo importante, lo noticiable y lo que va a merecer un comentario por mi parte, y Dios quiera que sea pronto, es que ETA anuncia su disolución como banda terrorista", ha apostillado.

Preguntado por si va a adoptar alguna decisión respecto a Bildu en los cien primeros días de gobierno si finalmente gana las elecciones, Rajoy ha asegurado que estará "muy atento" a los comportamientos de los que han sido elegidos en las candidaturas de la izquierda abertzale. De este modo, su Gobierno actuará "en consecuencia" y con respeto a la ley si cree que hay motivos suficientes para hacerlo y que le sirvan para ganar en los tribunales.

En relación al veto de los toros en Cataluña y si se va a revocar tras el 20-N en caso de una victoria del PP, Rajoy ha afirmado que no le gusta "gobernar a base de prohibiciones", sino con "libertad" y ha informado de que su partido ha solicitado un informe jurídico para conocer si hay vías legales para que la decisión se pueda modificar.

Ha señalado que su partido va a esperar a lo que diga el Tribunal Constitucional (TC) en respuesta al recurso que el PP presentó el pasado 28 de octubre contra la ley tres meses después de que se aprobara en el Parlamento catalán.

Como el fallo del TC podría tardar meses, Rajoy ha comunicado que su partido ha solicitado un informe para saber si en el caso de que el PP llegase al Gobierno y declarase los toros como bien de interés cultural, "automáticamente" Cataluña dejaría de tener competencia para prohibir este espectáculo.

El PP catalán ha pedido a la Generalitat que se retrase hasta 2015 la entrada en vigor de la prohibición de las corridas de toro, pero el Gobierno de Artur Mas (CiU) ha cerrado la puerta a esta posibilidad.

En el recurso que presentó ante el TC, el PP alegó que la decisión del Parlamento catalán invade competencias estatales, puesto que las comunidades autónomas no tienen facultad para vetar la tauromaquia al ser un fenómeno nacional