Las disputas se saldaron con quince trabajadores heridos-de los que once fueron dados de alta a las pocas horas-, trece detenidos y quince policías lesionados. Sin embargo, el miedo se apoderó de las calles céntricas de la ciudad e incluso peatones ajenos a las protestas solicitaron la ayuda a la Policía Local para que les protegiese. En total, se movilizaron unos 100 efectivos de la Policía Nacional a los que se sumaron 40 agentes de la Policía Local.

Los disturbios más virulentos comenzaron a las 12.30 cerca de la estación de Renfe, cuando los agentes de la Policía Nacional pretendían impedir el paso de los manifestantes y, ante la avalancha, respondieron con pelotas de goma y botes de humo. Algunos de los 10.000 trabajadores se imponían con piedras, ladrillos y estacas a los agentes antidisturbios.

Tras quemar y volcar contenedores, tirar piedras y quemar papeleras por Urzáiz y Gran Vía los manifestantes se dirigieron a la Praza de España donde dos de ellos fueron atropellados por uno de los furgones policiales. Posteriormente volvieron a  Praza do Rei, aunque no pudieron acceder pues las cargas obligaron al desalojo hacia el Castro, Romil y Camelias.

Consecuencias para todos

El tráfico tuvo que ser cortado en calles como Venezuela ante el paso de los manifestantes. Ya en la zona del Ayuntamiento, la Policía Nacional cargó con porras, pelotas de goma y gases contra los manifestantes, que huyeron por las calles colindantes. A su paso, el tráfico se vio interrumpido por vallas, contenedores y material de obra sobre la calzada. Además, el fuego continuó siendo uno de los protagonistas, que arrasó entre 15 y 20  contenedores, papeleras e incluso árboles -según el cuerpo nunicipal de Bomberos de Vigo.

El centro de la ciudad, intransitable para los coches

Circular por el centro de  Vigo se está convirtiendo en una tarea imposible para los conductores vigueses. Durante toda la mañana, los cortes de tráfico afectaron  a puntos como Beiramar, Plaza de España, García Barbón, Isaac Peral y Camelias. Tras una negociación que apenas duró diez minutos según los sindicatos, no se alcanzó acuerdo y advirtieron de que hoy los trabajadores pueden tener «ganas de revancha».