Blair intentará hoy aplacar la rebelión interna de su partido

El primer ministro británico, Tony Blair, que hace frente a la mayor rebelión interna de su partido en sus nueve años en el poder, intentará reafirmar hoy su autoridad en una reunión con los parlamentarios laboristas. Los llamamientos a favor de que Blair presente cuanto antes un calendario para su traspaso del poder ganaron intensidad tras el batacazo sufrido por los laboristas en las elecciones municipales inglesas del pasado jueves y los últimos escándalos de su gobierno.

La profunda remodelación del gabinete acometida Blair al día siguiente del desastre electoral, en el que colocó en puestos claves a sus leales colaboradores, ha contribuido a exacerbar los ánimos.

Diputados rebeldes

Una cincuentena de diputados ha firmado una carta en la que se conmina al Primer Ministro a poner una fecha de caducidad a su permanencia en el poder antes de finales de julio.

El siempre vacilante ministro de Finanzas, Gordon Brown, considerado su sucesor, no ha llegado, sin embargo, tan lejos y se ha limitado a exigir un traspaso "ordenado", en lo que se interpreta como un intento de no dividir aún más al partido.

Sus aliados salen en su defensa

Mientras, algunos periódicos, incluido el influyente "Financial Times", hablan del riesgo de "guerra civil" en el laborismo, los aliados del primer ministro forman piña en torno a su jefe.

El nuevo ministro del Interior, John Reid, declaró el domingo a la BBC que Blair es víctima de un complot "planeado y calculado" de la izquierda laborista para echarle del poder y revertir sus reformas.

Según el primer ministro, "todo es obra de gente que quieren sacar a Blair, poner fin a su programa de reformas y cambiar el rumbo para regresar al viejo laborismo. Sería una catástrofe total".

Otra aliada del jefe de gobierno, la ministra de Cultura, Tessa Jowell, recordó a los rebeldes que Blair ha dejado bien claro que aunque éste será su último mandato electoral, quiere cumplirlo hasta el final.

Según un sondeo de la Radio 4 de la BBC, 52 diputados laboristas creen que el Primer Ministro debería dejar paso a un sucesor de aquí a un año, mientras que veintinueve creen que debería dejársele seguir en Downing Street mientras él lo desee.

¿Se repetirá lo sucedido con Margaret Thatcher?

Los diputados laboristas necesitan setenta firmas para forzar una votación interna de la que podría salir un nuevo líder, algo que ocurrió en 1990 con la entonces primera ministra conservadora, Margaret Thatcher, que tuvo que cederle el puesto a John Major.

En el reajuste ministerial del viernes pasado, el ministro de Asuntos Exteriores, Jack Straw, fue sustituido por la primera mujer al frente de ese departamento, la ex titular de Medio Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales, Margaret Beckett.

NOTICIAS RELACIONADAS

Mostrar comentarios

Códigos Descuento