Según el documento, otro 30% de los trabajadores se desplaza en coche a su puesto laboral y un 35% va a pie, ambas opciones por debajo de la media española (42% y 40%, respectivamente). El 54,1% de los vecinos de Palma de Mallorca y el 53,7% de Cuenca optan por ir en coche a trabajar, mientras que el 62,5% de los habitantes de Lugo o el 56% de Salamanca prefieren darse un paseo hasta la oficina, se resalta en el informe.

Distancias más largas

La expansión urbanística de Zaragoza y el boom de las localidades de la periferia hacen que los trabajadores tengan que recorrer distancias cada vez más largas para ir a su puesto.

Por eso, para muchos zaragozanos es impensable ir caminando a su trabajo, una opción que es más habitual en las ciudades de menor tamaño, explicó el profesor Juan José Pons.

Los coches van casi vacíos

La necesidad de ir en coche a trabajar y la poca costumbre de compartirlo con los compañeros provoca cada día atascos y caos circulatorio en las calles zaragozanas. Además de los que optan por este medio de transporte para moverse por la ciudad, los trabajadores de los polígonos industriales se ven obligados a utilizar el coche todas las mañanas, a falta de un sistema de Cercanías o transporte específico para llegar hasta allí. En toda la ciudad se hacen una media de 480.000 desplazamientos diarios en vehículos particulares. En el 90% de los casos en los coches sólo viajan el conductor.